Especialistas
/ 8 junio 2025

PLANTAS, FLORES Y HIERBAS EN SHAKESPEARE

Jesús R. Cedillo

El Dr. Joseph de Arévalo, investigador, químico y biólogo en la bella ciudad de México, me manda el siguiente mensaje: “Maestro Cedillo, reciba mis felicitaciones y para bienes. Es un placer leerlo en las páginas de VANGUARDIA en la semana, pero espero con impaciente leerlo en la cita dominical de su acreditado Salpicón. Le sigo reiterando que su acierto es no transcribir ni recomendar recetas, por lo general nadie las podemos realizar en nuestros hogares.

“Eso es cuestión de alquimistas, como usted dice, de gente como el chef Juan Ramón Cárdenas, cocina a la cual acabo de ir a su festival aquí en México en el restaurante “Azul Condesa.” Un manjar. Vamos al grano: usted va al fondo de la cuestión al abordar pócimas, potajes, elíxires, brebajes, etcétera, al hacerlo desde su arista hermenéutica. Una osadía y delicia para sabios. Le urjo de nuevo a que haga una saga de textos sobre cómo las plantas, flores, hierbas y toda la botánica, forman parte fundamental en la obra del mejor dramaturgo de la historia, William Shakespeare. Poca gente sabe que algunas de dichas plantas ya desaparecieron de la faz de la tierra. O bien, no sabemos exactamente cuál y cómo era dicha planta con poderes mágicos o afrodisiacos. Le vuelvo a felicitar. Suyo... Dr. Joseph de Arévalo. Rúbrica.”

Agradezco de corazón, palabra y pensamiento las letras del doctor De Arévalo. Tomo el guante tirado al piso, como siempre. Pero me declaro derrotado desde hoy. Es decir, en este pueblo ¿quién tiene toda la obra de William Shakespeare en buena traducción en sus anaqueles? Dudo quién la tenga. ¿Usted la tiene? pago sin ver por ella. Así de sencillo. Por ello me declaro derrotado. El Doctor, químico y botánico, también me hace referencia en otro párrafo de mi tirada de naipes de “El botiquín de la tía Remedios.” Cosa la cual no poca gente me ha comentado.

Con base en la poca o mucha obra la cual reposa en mi escritorio de trabajo de William Shakespeare (1564-1616), la estoy leyendo y releyendo para acometer el reto tirado por el especialista. Van mis primeras letras al respecto: al parecer y digo al parecer con base a un especialista inglés, Guerit Quealy, este ha recopilado 175 menciones de plantas, hierbas y flores en la obra de Shakespeare.

La cosa no es sencilla y sí complicada: plantas y frutos venenosos, usted lo sabe, son manzana verde, trompeta de ángel, adelfa, la ortiga, la cicuta (famosa en la historia porque su elíxir lo bebió para morir el mismo Sócrates), la belladona...

Y claro, la madre de todas: la bíblica mandrágora. La cual lo mismo es del diablo y de Dios. Lo mismo cura o mata. Tal es su fama, William Shakespeare la incluyó en “Romeo y Julieta.” En “Hamlet”, Ofelia muere rodeada de flores silvestres. La simbología y comparación no es gratuita: en “Romeo y Julieta”, Julieta se refiere a Romeo siempre como “una rosa.”...

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: PAR DE CERVEZAS PA’ “LA CALOR”

Jesús R. Cedillo
por
Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete Premios de Periodismo Cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.
Historias 360