Hola a todos, qué gusto me da verlos nuevamente por aquí.
Una de las causas de mayor mortandad en México se le atribuye a la diabetes, y en muchos casos, esa enfermedad silenciosa tiene severos riesgos para la salud es por eso que quienes la padecen deben de tener muchos cuidados con los niveles de azúcar que se consumen. Ya sabrán los peligros que eso acarrea; el alcohol no es muy beneficioso, cuando aparece este síntoma, y una de las acciones que se debe de tomar de inmediato, es el dejar de beber alcohol.
Es más que claro que la razón que aducen los médicos, es que la mayor concentración de alcohol se transforma en azúcares, y estos dañan al cuerpo. Normalmente el hígado libera glucosa para mantener niveles de azúcar en sangre, pero cuando se bebe alcohol, el hígado está tan ocupado disolviendo y metabolizando el alcohol que hace un mal trabajo y esfuerzo y comienza a liberar demasiada glucosa al torrente sanguíneo, cada bebida demora aproximadamente entre hora y hora y media para procesarse en el hígado, durante todo ese lapso, existe una caída en los niveles de azúcar baja en la sangre, así que, si toma más de dos bebidas, se duplica el tiempo de tener azúcares bajos en el cuerpo.
La probable solución es que siempre tenga algo en el estómago, que sean comidas con muchos carbohidratos, nunca salte las comidas o sustituya el alcohol por una comida.
También es importante que todos los que están con usted, sepan de su enfermedad, los cuidados rigurosos y los riesgos que se debe tener.
La pregunta que nos atañe es: ¿cómo controlar el azúcar? ¿O cómo saber que no se pase en la ingesta de alcohol? Los niveles permitidos son los siguientes: 12 onzas de cerveza = 345 ml (una lata chica); 5 onzas de vino = una copa o 147 ml, y solo vino tinto; una onza y media de bebidas destiladas, y por supuesto, diluida en agua mineral y esa onza y media, es distribuida al menos en dos veces a la semana, ya que el alcohol de los destilados tiene mucha más graduación alcohólica que un vino.
El alcohol destilado como el ron, whisky, vodka, ginebra y tequila, tienen muchas calorías y muy pocos nutrientes, el hígado descompone el alcohol y lo convierte en grasas, eso hace que el alcohol haga ganar peso, a razón de 7 calorías por gramo, y el alcohol destilado tiene la misma densidad que las grasas (como 9 calorías por gramo), y por supuesto eso eleva el riesgo de enfermedades cardiacas.
La recomendación es que se limite en el consumo o la ingesta del alcohol; elija cervezas ligeras o bajas en alcoholes y/o calorías; elija vinos secos, en vez de espumantes, ya que muchos champagne tienen mucha cantidad de azúcar, los llamados néctar imperial, sostienen hasta 30 gramos de azúcar por botella, lo cual es prácticamente intomable para una persona que padece de diabetes. Además de una cultura del buen comer, que acompañe siempre la ingesta de una copa de vino al día, de preferencia tinto para cubrir la cuota necesaria de minerales polifenoles y vitaminas, evite los destilados de alcohol y comer cosas con mucho dulce. Para los amantes del vino, en las tiendas especializadas, hay unos vinos con bajo contenido de alcohol, para que no se queden con las ganas de beber una buena copa, podrá hallar estos productos que hacen que la vida de los diabéticos sea más llevadera. Esto es todo por hoy, los espero la próxima semana, y a cuidar ese cuerpo con un buen vino, salud.
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