SOBREVIVIR AL CÁNCER DE MAMA: CUATRO MUJERES, UNA MISMA FORTALEZA

Especiales
/ 19 octubre 2025

Cuatro sobrevivientes de cáncer de mama comparten sus historias de fortaleza y esperanza, recordando la importancia de la detección temprana.

La detección temprana del cáncer de mama transformó la vida de cuatro mujeres que hoy comparten sus experiencias como testimonio de esperanza y fortaleza. Abde Soto, Ana Cecilia Salinas, Rosy Riojas y Adriana Delgado lo enfrentaron con diagnósticos en distintos momentos de su vida, pero todas tienen en común la valentía para superar el miedo, aferrarse a la vida y convertirse en voz de prevención para otras mujeres.

El diagnóstico y la fuerza de Abde Soto

$!Abde Soto: La corredora que convirtió cada maratón en una celebración de vida.

Abde tenía 38 años cuando sintió una bolita en el pecho. Estaba en medio de la defensa de su tesis de doctorado y aunque no había recibido aún el diagnóstico oficial, la mirada de su madre, quien ya había acompañado a una amiga en el mismo proceso, le confirmó lo que venía.

“Cuando recibí el diagnóstico no fue más que la confirmación de lo que ya sabía. No fue fácil, pero no me impactó tanto como perder mi cabello, mis cejas y pestañas. No me reconocía, pero aprendí a reírme de mí misma”, recuerda. Su refugio fue el running. Aún con quimio, radio y cirugía, Abde se levantó a correr y, tras la recuperación, encontró en los maratones una forma de celebrar la vida paso a paso. “La vida puede cambiar en un segundo. Hay que agradecer siempre. Yo tengo cicatrices que me lo recuerdan todos los días”, dice.

Ana Cecilia Salinas: fe y acompañamiento

$!Ana Cecilia Salinas: La fe y el acompañamiento se convirtieron en su mayor fortaleza.

A los 42 años, Ana Cecilia enfrentó el cáncer como madre soltera de un niño de 10 años. Lo vivió con miedo, pero también con una fe inquebrantable. Tras superar el primer diagnóstico, tuvo que enfrentar años después un segundo cáncer en el otro seno. “Cuando vino el segundo dije: ‘Ya me sé el caminito’. Eso me dio ventaja. No fue fácil, pero tuve la certeza de que podía salir adelante. Dios me puso ángeles en la tierra para acompañarme”, cuenta.

Hoy, además de trabajar de tiempo completo, dedica parte de su vida a orientar a mujeres en etapas avanzadas. “El miedo paraliza, pero compartir esperanza mueve montañas. Detectarlo a tiempo es lo más importante”, asegura.

Rosy Riojas: resiliencia en movimiento

$!Rosy Riojas: Triatleta que no dejó de competir aún tras su tratamiento.

Rosy tenía 34 años y una hija pequeña cuando recibió el diagnóstico. Su cáncer resultó ser genético, ligado a una mutación en el gen BRCA. “Lo primero que pensé fue en mi hija. Si yo no estoy, ¿qué va a pasar con ella?”, recuerda.

Tras 16 quimioterapias, una mastectomía bilateral, 28 radiaciones y múltiples cirugías, Rosy decidió competir en Holanda. “No quería que mi hija me viera como una víctima. Ella fue mi motor, la razón por la que nunca dejé de luchar”, dice la triatleta. Hoy aconseja a las mujeres jóvenes investigar su historial genético. “Conocer tu cuerpo y tu herencia puede salvar tu vida. Detectar a tiempo permite tomar decisiones preventivas”.

Adriana Delgado: enseñar a vivir

$!Adriana Delgado: Una mamá que enseñó a sus hijas a vivir con fortaleza y amor.

Adriana tenía 39 años y dos hijas pequeñas cuando llegó el diagnóstico. Su reacción fue reorganizar la vida y preparar a sus niñas para cualquier escenario. “Les enseñé a cocinar, a defenderse, a ser independientes, porque no sabía si iba a estar”, relata.

Aunque reconoce que la enfermedad cambió la dinámica familiar, siempre mantuvo la fe. “Yo le pedía a Dios herramientas para salir adelante. Mis hijas fueron mi motor, pero también aprendí que yo debía luchar por mí”, afirma.

Adriana insiste en la importancia de la autoexploración: “El cáncer es traicionero. No siempre da avisos, pero si conoces tu cuerpo puedes detectar cambios a tiempo. Rompamos el tabú de no mirarnos al espejo. Conócete, cuídate y revisa tu cuerpo”.

Un mensaje en común

$!Historias que inspiran: unidas por la prevención y la esperanza.

Las historias de Abde, Ana Cecilia, Rosy y Adriana coinciden en un llamado: la detección temprana salva vidas. Todas saben que hablar del cáncer de mama no es fácil, pero también que compartir sus experiencias puede significar un recordatorio para otra mujer que aún no se revisa.

“Sí se puede salir adelante. El miedo se vence con información, con comunidad y con amor”, coinciden. En este Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, su voz es un recordatorio de que la vida, con todo y cicatrices, puede celebrarse con fuerza, esperanza y gratitud.

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Susana Zepeda
por
Egresada de la primera generación de la licenciatura en Estudios Humanísticos y Sociales de la Universidad de Monterrey, tiene experiencia en el ámbito gubernamental y 20 años de trayectoria en los medios impresos particularmente en área cultural, en los que obtuvo un Premio Estatal de Periodismo en Crónica Cultural.
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