Los alumnos de natación del Club Campestre disfrutaron de una encantadora fiesta de Halloween, llena de risas, juegos y diversión. Los pequeños llegaron disfrazados con sus personajes favoritos, llenando de color y alegría el ambiente.
La celebración se llevó a cabo al aire libre, así los niños pudieron convivir y disfrutar de una tarde inolvidable. Uno de los mayores atractivos fueron los brincolines, que se convirtieron en el centro de la diversión para los asistentes, quienes no dejaron de saltar y jugar durante toda la tarde.
Entre música, dulces y mucha energía, los pequeños deportistas demostraron que además de ser excelentes nadadores, saben pasarla en grande. Sin duda, fue una jornada llena de espíritu festivo y compañerismo, que todos recordarán con una sonrisa.
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