Cada alumno aprende de manera distinta, según sus afinidades y habilidades; algunos adquieren el conocimiento a través de la lecto-escritura, otros son auditivos, kinestésicos o visuales.
Por ello, existen múltiples métodos o técnicas de estudio que brindan herramientas, estrategias o prácticas para facilitar la asimilación de la información y el análisis. Te presentamos algunos, pero recuerda: ¡puedes adaptarlos como más te convenga!
Antes de empezar, asegúrate de identificar tu estilo de aprendizaje y crea un espacio apacible, agradable y donde te sientas cómodo. La clave estará en la disciplina y la constancia: dedicar unos minutos u horas a diario a esta actividad dará mejores resultados que empezar unos días antes de un examen. Tampoco te olvides de los descansos. No son una pérdida de tiempo, tu cuerpo y mente necesitan estas pausas para reponerse.