EL ÁREA GRIS DE LA ENOLOGÍA

Hace un par de días, una señora me cuestionó el precio de una botella de vino, argumentando que ella compraba botellas de 150 pesos de muy buena calidad. Dejando a un lado la discusión sobre qué define la calidad de un vino (tema para otro artículo), me dejó pensando en cómo es que logran hacer tan barato el proceso para que ya en tienda se encuentre un producto a muy bajo precio. 

Hay que tener en cuenta que el vino no es solamente una fermentación de uvas y puede ser mucho más complejo de lo que el consumidor se imagina. La elaboración es un procedimiento químico en el que se pueden agregar todo tipo de compuestos y existen varias sustancias legales que ayudan a corregir y preservar esta bebida. Hay muchas prácticas que sirven para hacer más económico un vino, que si bien no son prohibidas, tampoco son bien vistas en el mundo de la enología. 

Podemos encontrar vinos que prácticamente están hechos en un laboratorio, conocidos como la “Coca-Cola” de este mundo. Poco importa la calidad de la uva y sus cuidados en campo, pues se tienen fórmulas -como recetas- para obtener un resultado idéntico de sabor en grandes cantidades, todos los años. Corregir químicamente puede llegar a ser más barato que invertir en el cuidado del campo, previniendo plagas, dando los nutrientes necesarios a la vid, cuidando la uva y su crecimiento óptimo, evitando que se la coman los animales, y en la mano de obra que requiere el viñedo todo el año. 

Otra manera de reducir el precio del vino es buscar la máxima producción del viñedo y utilizar toda la uva, sin desechar las que no cumplen estándares óptimos. Muchas veces estos son viñedos que producen en masa -y puede ir de la mano con corregirlo todo químicamente- por lo que no se fijan en la calidad de uva, sino en la cantidad. Otra práctica similar a esta es buscar aumentar el volumen de producción agregando agua a los caldos.

Existen productores que en vez de poner el vino en barrica a añejar, compran “chips de madera” que se colocan en una bolsita y se infusionan en el vino como un té. Aportan características de la madera sin tener los costos, tiempos y cuidados que requiere una guarda en barricas. Aunque el resultado no tiene la finura y redondez de una barrica, el enólogo logra su objetivo de agregar ciertas cualidades que mejoran el producto. Para darnos una idea de lo que se ahorra usando chips: una barrica tiene un costo promedio de 700 dólares en primer uso de tamaño estándar (225 litros) y el uso de chips para los mismos 225 litros oscila entre 70 y 100 dólares. 

Entrando ya en la ilegalidad, se encuentra la práctica en la que las bodegas compran los caldos en países o regiones donde la producción es muy barata, las embotellan y las señalan como si fueran de una denominación de precio más alto. Aquí el delito es el engaño al consumidor, pues no se manifiesta de dónde viene realmente el producto. 

La mayoría de estas prácticas entran en una especie de área gris en la ética enológica. Aunque no sean de completa aprobación por los productores tradicionales, no significa que el producto final sea malo o no se deba consumir. 

La visión que tenga cada bodega, el plan de negocios que los dueños busquen cumplir y el trabajo del enólogo para encontrar el resultado deseado hacen que varíen las prácticas desde el cultivo hasta la botella que consumimos. Hay quienes buscan vender por volumen con bajos precios, cuidando poco la calidad del producto. Hay quienes prefieren tener un producto exclusivo y de muy alta calidad. Ninguno está equivocado. 

Toda botella que encontremos contiene un sinfín de trabajo, desde el cultivo hasta que está a nuestro alcance en un anaquel. Los consumidores tenemos el deber de cuestionar cómo cada bodega hace su producto, qué prácticas sigue para ofrecer ciertos precios o cómo logra mantener volúmenes de producción, con el objetivo de entender qué es lo que realmente estamos recibiendo a cambio de nuestro dinero.

 

RECOMENDACIÓN DEL MES

San Juan de la Vaquería 

Verdejo 

Venta: 

-Viñas del desierto 

-Mercado de vinos 

-Mercado libre

Precio: 290 MXN

Eloísa Boardman

Licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, MBA IPADE y Sommelier por parte de Le Cordon Bleu. Apasionada de la lectura, los viajes y el vino.