EL GRAN ESTAFADOR

RECOMENDACIÓN DEL MES

19 crimes
Región: Australia
Precio: 280 MXN
Puntos de venta:
-Costco
-La Europea

Siempre he pensado que se debe tener el doble de inteligencia para hacer cosas ilegales que salgan bien, a solamente hacer cosas buenas y que funcionen.

En el artículo de este mes, platicaremos acerca de Rudy Kurniawan, que ha logrado hacer la estafa más grande conocida en el rubro vitivinícola.

El vino es de apreciación subjetiva y los conocedores (o los que creen serlo) saben que una buena botella gana valor con el tiempo, por lo que, aparte de comprarlas para sus colecciones, son una inversión.

Este personaje llegó con visado de estudiante de Indonesia a California en 1998. Poco a poco, se fue dando a conocer en las esferas más exclusivas del mundo del vino por gastar millones de dólares en subastas y tener en su poder botellas de gran rareza y altísimo valor. Llegó a gastar un millón de dólares al mes en vinos y a ser un agresivo competidor en las subastas. Se autonombró Dr. Conti, ya que su especialidad eran los vinos del aclamado Domaine de la Romanée Conti. Su apariencia resaltaba en ese mundo repleto de viejos americanos, que venían de familias millonarias o bodegas vitivinícolas. El joven,
con excelente memoria gustativa y experto en catas a ciegas, presentaba un gran enigma.  Rápidamente creció su popularidad. Él justificaba su dinero diciendo que su familia tenía la distribución  exclusiva de Heineken en China, y con eso nadie cuestionó sus gastos.

Sin embargo, Rudy cometió una serie de errores que lo delataron. En 2003, un afamado crítico descubrió que en las etiquetas de las botellas de Ponsot Clos de la Roche 1929 (en subasta) se leía “mise en bouteille au demaine” (embotellado en la finca), pero esto se  incluyó en la etiqueta a partir de 1934. Aún y cuando se informó esto, en 2006 logró una subasta millonaria, en donde recolectó alrededor de
35 millones de dólares. Pero bajó la guardia y cometió un segundo error al entregar a la casa Christie’s, para subasta, dos botellas magnum del Chateau Le Pin de 1982. Tras publicarlas, la bodega contactó a Christie’s para que las retirara, pues eran falsas.

El siguiente mal paso del estafador fue vender botellas de la bodega Clos Saint Denis de añadas entre 1945 y 1971. El director del  viñedo, Laurent Ponsot, alertó a la casa de subastas que la marca Clos Saint Denis había entrado al negocio hasta 1982, por lo que eran falsas. Ponsot se presentó en la subasta y pidió su retiro. . Esto levantó sospechas de los amigos de Kurniawan y del FBI.

El golpe de gracia fue en febrero de 2012, cuando Spectrum Wine Auctions tuvo que retirar varios lotes de su subasta, por un valor estimado de 785,000 dólares, cuando surgieron acusaciones de que fueron enviados por Kurniawan a través de un tercero.

Coleccionistas, enólogos, casas de subastas y hasta prestigiosas revistas especializadas se dieron cuenta de la estafa y demandaron a Rudy Kurniawan en Nueva York. Cuando los  investigadores del FBI entraron a su residencia, lo que encontraron era inaudito: cientos de botellas vacías, etiquetas de grandes vinos cuidadosamente separadas de las botellas y otras tantas falsificadas, y un “laboratorio” (en su cocina) donde mezclaba vinos baratos para recrear raros vinos provenientes de importantes vinícolas.

Aceptó todos los cargos cuando fue llevado a juicio y lo condenaron a 10 años de prisión, de los cuales solo cumplió siete antes de ser liberado y deportado a Indonesia, en 2021. Pagó 28.4 millones de dólares en restitución a las víctimas y otros 20 como parte del acuerdo de decomiso. En 2023, la experta en fraudes Maureen Downey detectó que Rudy volvió al negocio de la falsificación de botellas en Singapur, donde millonarios lo contratan para que copie botellas que van a degustar y catarlas a la par.

¿Cómo pudo este personaje engañar a los más grandes coleccionistas? Sencillo. En un mundo lleno de especulación y “grandes conocedores”, todos quieren pertenecer y estar a la altura, por lo que este maestro del engaño se dio credibilidad a sí mismo y creó la necesidad entre las personas de creer en él. Ellos mismos no se permitieron tener dudas acerca del joven indonés.

Es un caso tan interesante que se han hecho varios documentales acerca de él; el más popular es “Sour Grapes”. Si les interesó este artículo, deberían verlo.

Eloísa Boardman

Licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, MBA IPADE y Sommelier por parte de Le Cordon Bleu. Apasionada de la lectura, los viajes y el vino.