7 cosas que debe saber antes de que su hijo se sume a Instagram

No hay una edad mágica en la que los niños son lo suficientemente grandes para usar redes sociales; ¿Cree que los suyos no están listos para asumir las responsabilidades o evitar las tentaciones que trae Instagram?

Instagram avanza a pasos agigantados. Usarlo es fácil y divertido. Así como se lo ve, parece increíblemente inofensivo, quizás hasta seguro para los niños… ¡Sencillo, privado, lleno de fotos! Pero tras algunos años como usuaria, decidí que esas sensaciones son bastante ingenuas. Sólo uno sabe qué pueden manejar sus hijos según su madurez, pero antes de decir que sí (o incluso si usted ya dijo que sí), estas son algunas cosas a tener en cuenta antes de dejar que abran una cuenta en Instagram:
Mensajes directos: En la esquina superior derecha de la pantalla de inicio, hay una pequeña casilla de correo que contiene todos los mensajes directos de Instagram del usuario. Con ella los niños pueden enviarse fotos y mensajes privados en vez de publicarlos para que los vea el mundo.

¿Por qué esto es importante? Es un método popular para mandar fotos y pedidos de desnudos. También es la forma en la que los adolescentes pueden tener conversaciones grupales bastante desagradables y donde puede ocurrir el bullying grupal.
¿Cómo mantenerse al tanto? Muchos padres tienen la creencia errónea de que siempre y cuando “sigan” a su hijo/a podrán ver todo lo que ellos están publicado, pero no es así. Muchas interacciones entre adolescentes se dan por medio de mensajes directos. Usted debería revisarlos en forma regular entrando a su celular o iniciando sesión con su cuenta. Ojalá no haya sorpresas.

Opciones de exploración: En la parte inferior de la pantalla de exploración hay una lupa que permite explorar el sitio. Se pueden buscar las publicaciones más populares, hashtags, personas o sitios. Se puede encontrar todo y a todos en Instagram.
¿Por qué esto es importante? Infortunadamente, hasta una búsqueda inocente puede arrojar imágenes sórdidas. En ese sentido, búsquedas intencionales de pornografía generarán una montaña de fotos y/o videos que a su hijo/a adolescente le costará olvidar.

¿Cómo mantenerse al tanto? No crea que sus hijos no entienden cómo usar esa función. Háblelo. NO hay historial de búsqueda en Instagram, por lo tanto, todas esas búsquedas se pueden hacer de manera privada y no se pueden filtrar las cuentas por un sistema de clasificaciones o monitorearlas a distancia. Si usted no cree que su hijo tenga la suficiente edad o el grado de madurez para usar esas opciones de manera positiva, permítale usar Instagram en su celular o su computadora, sólo donde usted pueda estar al tanto de lo que está ocurriendo.

Cuentas modelo: Por más que sea una mujer razonablemente segura, sigo cayendo en la trampa de la “autoflagelación por el cuerpo propio” pensando que sigo demasiadas cuentas de mujeres que hacen gimnasia con cuerpos perfectos y posan y hacen flexiones con ropa de ejercicio. Si se transfieren esos sentimientos a una adolescente que sigue a superestrellas e íconos de la moda, resulta fácil ver lo sencillo que sería deprimirse por la cara, el cuerpo o la vida de uno.

¿Por qué esto es importante? La imagen corporal positiva es algo fundamental en muchos aspectos de la vida, pero es súper difícil cultivarla durante la adolescencia. Las redes sociales lo han vuelto más difícil que nunca y las expectativas físicas irrealistas —tanto para varones como para mujeres— están fuera de control.

¿Cómo mantenerse al tanto? Hable con sus hijos sobre a quiénes siguen ellos y por qué. Mire a quiénes siguen en forma regular; elimine las cuentas innecesarias y agregue algunas buenas. Recuérdeles lo fácil que es distorsionar fotos con poses, recortes y filtros. Compruebe cada tanto cómo se sienten respecto a sí mismos y su cuerpo. Intervenga cuando detecte señales preocupantes.

Pedidos de desconocidos: El otro día recibí un pedido de una chica llamada Amanda. Conozco a unas cuantas Amandas, pero con la foto diminuta que veía, no estaba segura si conocía a esta. Entonces hice clic en su información y me cayó encima una página entera de fotos pornográficas de una mujer a la que sin duda no conocía.

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¿Por qué esto es importante? Con un hijo o una hija, esas imágenes NO son cosas que uno quiera encontrarse. Cerré la página tan rápido como pude, pero lo que vi me perturbó muchísimo. Me rompe el corazón pensar que niños tan jóvenes verían cosas tan distorsionadas y adultas.

¿Cómo mantenerse al tanto? En principio, asegúrese de que la cuenta de su hijo/a sea privada; luego, recuérdele que nunca acepte un pedido de un seguidor al que no conozca. Tómese un tiempo para ver juntos los pedidos y decidir si se trata de alguien que realmente debería seguirlo/a. Revise su cuenta, sus seguidores y la gente a la que él/ella siguen en forma regular, háblele sobre la gente que lo hace sentir incómodo y explíquele por qué. Recuérdele que nunca haga clic en un nombre por mera curiosidad. Hay demasiada basura por ahí. Si resulta que miran pornografía, asegúrese de que no les incomode contarle qué pasó y dónde lo vieron.

Lastimados: No bien su hijo/a entre a Instagram, se enterará inmediatamente de toda la diversión de la que no participa. Instagram es un lugar en el que a la gente le encanta subir fotos de cumpleaños, elogiar a los mejores amigos y publicar aventuras de fin de semana en las que con frecuencia no está su hijo/a.

¿Por qué esto es importante? Porque incluso a los que afirman que eso no les importa suele importarles cuando lo ven embadurnado por todas las redes sociales. Para quienes admiten que sí les importa, puede resultar desgarrador quedar afuera una y otra vez.

¿Cómo mantenerse al tanto? Sea honesto/a con sus hijos. Hágales saber que seguramente eso pasará y que deben estar preparados. Aliéntelos a seguir sólo a sus verdaderos amigos. Si resulta demasiado, cierre la cuenta por un tiempo y reevalúe: ¿Instagram trae paz y felicidad a sus vidas? Si no es el caso, quizás sea innecesario. Recuérdeles que está bien no estar tan conectados.

Ponerle nota a las publicaciones y las “ADV” (a decir verdad): Le dediqué un artículo entero a este tema que puede leer aquí (en inglés). Es muy importante para nuestros niños valorarse por ser lo que son, no según cuántos Me gusta y seguidores tengan.
Historias de Instagram: Esta es una nueva función que Instagram habilitó hace muy poco. Las historias de Instagram son videos cortos o fotos con epígrafes que desaparecen tras 24 horas y se ven en pequeños en la parte superior de la pantalla de la página. Los videos están disponibles para todos, pero no se puede dejar comentarios directamente en una historia, sino que los usuarios le escriben un mensaje privado al dueño de la cuenta.

¿Por qué esto es importante? Dependiendo de quién los suba, los videos pueden ser particularmente vulgares, hirientes o crudos, y como desaparecen a las 24 horas, es fácil que a usted se le escape algo que quizás su hijo/a publicó o que podría haber sido importante.

¿Cómo mantenerse al tanto? La mejor forma de tener esto a raya es vigilar a quienes usted permite que su hijo/a siga en Instagram. Si usted conoce y confía en esas personas, hay menos chances de que ellos publiquen videos que usted no aprobaría. Cuando revise su cuenta, no olvide hacer clic en las historias.

Estar atento/a, ser abierto/a y honesto/a con los hijos es muy, pero muy importante. No hay una edad mágica en la que los niños ya son lo suficientemente grandes para usar redes sociales, así que si usted no cree que los suyos no están listos para asumir las responsabilidades o evitar las tentaciones que trae Instagram, explíqueles por qué con sinceridad y recuérdeles que está protegiéndolos hasta que sienta que están listos para lidiar con ese tipo de situaciones adultas.

Usted debe tener plena confianza en su hijo/a y abrir la comunicación antes de permitir que usen aplicaciones ilimitadas. Si se mueren por probar Instagram y a usted le parece bien, comience con una prueba desde su celular en la que usted tenga la contraseña. Los niños tienen toda la vida para preocuparse por su presencia en las redes; darles un año o dos de libertad de esa presión no es lo peor que puede hacerles un padre. Algún día, quizás dentro de mucho tiempo, le agradecerán por retenerlos hasta que estuvieran listos para ese gran mundo de las redes sociales.

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