Si estás pensando en vivir con un roomie, considera que cada persona tiene sus costumbres y hábitos.
Por lo general, la palabra clave es ‘respeto’, pero a veces la línea es muy delgada entre lo que se puede o no hacer una vez que tienes confianza.
Estas recomendaciones te ayudarán a vivir feliz con tu roomie.
No tomes nada sin consultárselo
Si no te lo presta, no te ofendas, es su derecho. Si te lo presta, cuídalo. Y si es comida, con mayor razón; es horrible llegar a casa y notar que alguien más se comió lo que te habías saboreado para cenar.
Compartan limpieza
Compartan equitativamente los quehaceres de la casa y hablen claramente sobre si cada quien lavará los trastes que usen o si se dividirán por día. Lleguen a un acuerdo y si el otro no lo cumple, evita las indirectas o mensajes pasivo agresivos y mejor dile en qué no estás de acuerdo.
El cuarto de baño
Evita acabarte el agua caliente, poner música a todo volumen mientras te bañas o dejar el baño sucio. Son cosas con las que nadie quiere lidiar.
No hagas ruido
No hay nada peor que estar dormido y que, de pronto, suene muy fuerte la música o se escuchen risas aturdidoras; y menos si tienes que madrugar. Se empático y avisa cuándo tendrás visitas o harás una fiesta, para que tu roomie no se sorprenda.
Sé honrado con las cuentas
Piensa en todo lo que no te gustaría que alguien más te hiciera y no se lo hagas al otro. Entre más respetuosa sea la relación y más claras estén las reglas, más probabilidades de éxito tendrán. ¡Suerte!