Despertar después de una noche de copas sin recordar lo que pasó ayer es aterrador. Pero aún más preocupante es lo que sucede en tu cuerpo y cerebro durante ese período
¿Qué está pasando en el cerebro cuando se pierde el conocimiento? El ingrediente principal que impulsa tus síntomas relacionados con el alcohol es el etanol, un compuesto que se encuentra en las bebidas alcohólicas que consumes. Al beber de una a cuatro bebidas o más en un lapso de tiempo corto, los efectos de la sustancia se vuelven más pronunciados. Esto es especialmente cierto si no has comido mucho.
Cuando el estómago está vacío, se alcanzan niveles máximos de etanol en sangre entre 30 y 90 minutos después de la ingestión. En otras palabras, a medida que bebes, tu nivel de etanol en sangre, aumentará más y más por alrededor de una hora. Esto también significa que puede que no te des cuenta de lo embriagado que estás hasta que ya hayas vomitado demasiado.
Un par de horas después de beber, el etanol puede dirigirse a receptores en el hipocampo del cerebro (la parte del cerebro que controla funciones como las emociones y el recuerdo), incluido un receptor conocido como ácido gamma-aminobutírico o receptor GABA. Cuando los receptores GABA se ven afectados por el alcohol, la transmisión de señales en el cerebro se detiene, incluidas las señales que solidificarán la memoria, lo que da como resultado un apagón.
Además, el alcohol inhibe un neurotransmisor en el cerebro llamado glutamato, lo que hace que te sientas más tranquilo. Beber también libera otros inhibidores, como la dopamina y la serotonina que son sustancias químicas que provocan esas emociones felices.
Es por eso que puedes comenzar a sentirte tan bien mientras bebes, para seguir haciéndolo, mientras te tambaleas. El sistema de recompensa en tu cerebro también regula acciones como caminar, hablar y el tiempo de reacción.
Debes ser muy cuidadoso y evitar la intoxicación intensa, mantente al pendiente de sus signos. Los síntomas comunes de alguien en peligro de apagón pueden ser descoordinación, vómitos o necesitar ayuda para llegar a casa.
El habla fluida también es común, y las personas son sensibles a eso; es por eso que la policía lo usa como prueba, lo mismo con la coordinación motora. Podrían chocar con las cosas. Es difícil caminar en línea recta cuando estás tan ebrio. También los cambios de humor repentinos bajo el efecto del alcohol son comunes.
En caso de llegar al punto de desmayo por consumo excesivo de alcohol, los riesgos a corto plazo van desde la pérdida de electrolitos y disfunción del sistema hasta daños corporales causados por un trauma después de una caída o incluso la muerte.
George Koob, el director del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo en Estados Unidos, hace hincapié en que la clave para beber es la moderación. Si te interesa descubrir cómo el alcohol te afecta personalmente en función de tu altura, peso y cantidad de bebidas que consumes, existen calculadoras que pueden estimar estos factores y brindarte más información. Pero, en resumidas cuentas, beber hasta el punto del apagón, especialmente en repetidas ocasiones, siempre es un problema para tu salud a largo plazo.
«Te preparas el escenario para tener cáncer, problemas cardíacos, problemas hepáticos, incluso los déficits cerebrales permanentes. Algo que todos deben aprender si quieren beber son sus propios límites».
