MENÚ PARA ENAMORADOS

Don Artemio. ¡Ay, con el restaurante Don Artemio! Siempre en el ojo del huracán, siempre en la lengua de los comensales. El mítico restaurante del chef de sabor huracanado, Juan Ramón Cárdenas, siempre da suficientes motivos para hablar. Hace algunas lunas, fui a entregarle unos libros de filosofía al chef Cárdenas, los cuales llegan milimétricamente de España, en oleadas. Son de colección. Puros ases: Nietzsche, Aristóteles, Baruch Spinoza, Sócrates, Voltaire… 

Generoso, como lo es, el ingeniero me dijo: “¿Ya comiste, maestro? Quédate a merendar”. Mi respuesta fue en menos de un segundo: “con gusto, ingeniero, gracias”. Agarramos tremenda tertulia. De entrada, se había pedido a la tabla proteína en estado puro: “Carpaccio de res” (carne trémula con un aliño especial, diseñado por Juan Ramón). En eso estábamos disfrutando, cuando uno de sus colaboradores, el especialista en publicidad y logística, don Adrián García, se acercó con dos platos dibujados de alta maravilla. 

Este espetó: “ingeniero, estas son dos pruebas de las opciones a platillos principales para el 14 de febrero, ¿gustan probar, para su autorización?” Irresistible. Dijimos, al unísono, “sí”. Ahí le va: “Filete de res angus en salsa de vino tinto con ralladura de foie grass”; la otra opción matona: “Camarones al mole negro”. Sí, un temblor en el paladar, un ala arrancada al último sueño de la noche, la cual se atrapa de vez en cuando con las manos…

Este próximo 14 de febrero, día de “San Valentín”, día de los amorosos, el multipremiado restaurante y el galardonado chef Cárdenas van a realizar una  cena maridaje soberbia, en cinco tiempos de gloria culinaria. A saber el primer tiempo: de entrada, lo reciben a usted con una “Esfera de gin de frutos rojos”. Llega un “Trío de ceviches” con un Casa Madero Chardonnay. Segundo tiempo: “Tartar de aguacate tatemado, tomatitos, toronja y jaiba”. Se va a degustar con un Casa Madero 2V. Tercer tiempo: “Crema dúo, tamal de elote y huitlacoche”. Se recomienda un Casa Madero Chardonnay. El cuatro tiempo es de colección: los  “Camarones al mole negro” o bien el “Filete de res angus en salsa de vino tinto y ralladura de foie grass”, bañado ello con un Casa Madero 3V Gran Reserva.

Al final, un postre: “Tres leches del desierto” o “Escondido de chocolate”. Se degusta con un carajillo. ¡A otro público, a otros comensales con semejante banquete para amorosos! El precio de la cena, comparado con semejantes manjares a disfrutar, es una bicoca. Haga su reservación, señor lector, inmediatamente; aquello va a ser único e irrepetible. Todo este menú es especial y no está en la carta habitual del mítico Don Artemio.

¿Cuál es el motivo secreto, los resortes y motivos, por los cuales Juan Ramón Cárdenas realiza semejante alquimia culinaria? Tengo mi respuesta: lo hace por chingar. ¡Sí, señor! En el mar de carbón y carne asada a destajo norteño, a nosotros, pececillos de paladares minúsculos, nos lanza un anzuelo con una propuesta gourmet de sobrada gama internacional. Y sí, siempre morderemos el anzuelo. 

Al comentar este menú con el articulista y académico, el brillante Orlando Naún Rodríguez, este me regresó las siguientes palabras: “está de infarto el menú, maestro”. ¡No se lo pierda! Menú único y milimétrico. Milimétrico.

Jesús R. Cedillo

Columna: Contraesquina / Salpicón Jesús R. Cedillo nació en Saltillo, Coahuila en 1965. Escritor y periodista. Ha publicado en los principales diarios y revistas de la república Mexicana. Ha publicado varios libros de poemas entre ellos: Sometimiento al relámpago (CNCA. Con dos ediciones, 1993 y 2001) y Alabanza de los frutos (Verdehalago, 2000). Ha obtenido siete Premios de Periodismo cultural de la UA de C en diversos géneros periodísticos. Su trabajo ensayístico está antologado en volúmenes editados en la capital de la república. Actualmente tiene en preparación el volumen de ensayos: Las formas del fuego y el libro de poemas, El Libro de los Reinos. Se dedica al periodismo y la literatura de tiempo completo. Cursa estudios de teología.