Especialistas
/ 21 diciembre 2025

UN POSIBLE FUTURO DESDE ESTAMPAS DE AYER Y HOY

La caída en la natalidad ya impacta comercios, ciudades y economías; un futuro con menos gente redefine consumo, trabajo y vida urbana.

—¡buuaahh, buuaahh! — se escuchaba al niño berrear.

—¿Por qué llora el nene? — preguntaba el papá con voz cansina.

—¡Porque quiere su cuna de Mueblería Selene! — respondía la mamá en melódico grito.

Pocos lectores recordarán ese diálogo que durante mi niñez anunciaba el negocio del cual heredé el oficio. A medio siglo de aquello, entidades y conceptos como el comercio, la economía, Saltillo, México y el mundo, la demografía, publicidad, industria y demás, parecen irreconocibles en la comparación. Pero también parece existir un futuro posible para cierta nostalgia, una especie de afortunada regresión luego de la frenética avanzada.

Sin perder el hilo de una vocación anidada desde que hacía la tarea entre mercancías hasta levantar la cortina el día de hoy, esas cunas que fueron el artículo más popular en su momento han desaparecido del inventario. ¿La causa? Ya no nacen tantos niños.

Productos como andaderas y carreolas en mi giro, dejaron de ser parte medular del todo para convertirse en artículos de nicho. Igual pasa en otros rubros con los zapatos, ropa y accesorios de bebé; se extiende a consumibles como pañales, leche en polvo y el Gerber, en trasnominación de papilla. Habrá que reconocer un sesgo: quizá hoy se vendan más pañales en volumen, pero el porcentaje de participación en la economía cada vez es menor a lo histórico. Mientras en la otra esquina, el mercado de los adultos mayores se incrementa en trágica paradoja: entre más crece, más rápido se desvanece.

¿Lo notas? Esos bebés que no nacen y por ello sus hipotéticos padres ya no me compran cunas, son los mismos que cuando no crezcan, no comprarán autos fabricados en el sureste de Coahuila ni comerán tacos del Fogón, no rentarán depas en Parque Centro ni casa en el centro histórico, no pasarán al Oxxo por Takis ni irán a Cinépolis a ver el Episodio XXX de Star Wars (las equis las dejo a libre interpretación) ...nada de eso harán porque no nacen, y la tendencia es irreversible por su naturaleza antropológica, es decir, multifactorial. Días atrás, algo así explicó un alto funcionario federal del sector educativo, pero todo quedó en memes y descalificaciones por decirlo quien lo dijo; se burlaron del emisario sin ponderar el argumento.

Además, contrario a épocas pasadas cuando el impulso universal a las economías de mercado romantizó a la madre soltera y familias numerosas como combustible para la industrialización y el consumo, hoy, de cara a la automatización, robotización e inteligencia artificial, la obviedad más grande que presenciamos es la disminución de la demanda de mano de obra y profesionistas; consecuencia: contracción del mercado. Spoiler para quienes buscan gobernar en cualquier nivel: el reto del Estado será gobernar desde la escasez por lo menos durante una generación; menos gente=menos economía=menos impuestos=menos presupuesto. Ya no será posible eso de abarrotar la ciudad de fuereños con tal de recibir mayor presupuesto a costa de la calidad de vida de los nativos.

Entonces, ¿dónde queda aquello de la nostálgica y afortunada regresión? Seguro terminará en un achicamiento de la población, lo que disminuirá la mancha urbana, el tránsito vehicular y la fila en los baños públicos. Más comercio sin contacto y más áreas comunes para el ocio. Menos cabañas en la sierra y más hectáreas de pinos, menos agua para la industria y mejor agua para ingerir. Menos luces en la ciudad, más oscuridad para observar las estrellas.

César Elizondo
por
Escritor saltillense, ganador de un premio estatal de periodismo Coahuila. Ha escrito para diferentes medios de comunicación impresos de la localidad.
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