MARIANA CABELLO: SUEÑOS

Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos la valentía de perseguirlos.

Todos nuestros sueños se pueden hacer realidad si tenemos la valentía de perseguirlos.

Disneyland es considerado el lugar más feliz del mundo, donde los sueños se hacen realidad y la magia está presente en cada mínimo detalle.

Nunca es tarde para cumplir un sueño o ser el medio para que alguien más lo cumpla. Yo esta semana experimente los dos.

Mi sueño, ir con mi hija a Disney; el de ella, conocer el castillo. Las dos lo hicimos realidad y creo que ha sido una de las mejores experiencias.

Caminando por el parque, envuelta en la magia que emana el lugar y maravillada por los detalles que hacen que te sientas realmente feliz, pensaba en la posibilidad del todo.

No sé si me deje llevar por el sentimiento, por lo importante que te hacen sentir o por toda la belleza que encuentras en cada rincón, pero justo en ese instante quería decirle tantas cosas a mi niña.

Que todo lo que pase por su mente lo puede hacer realidad, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde dibujar un ratón hasta darle vida a ese mismo ratón.

Que los límites están únicamente en la cabeza y que se presentan de muchas formas: en el miedo, en la pereza, en el conformismo, en la inseguridad.

Que ninguna idea es demasiado grande si sale del corazón y que es bueno también aprenderle a la intuición.

Decirle que no se tarde en entender la vida y que todo esté bajo control, pues verdaderamente eso casi nunca sucede; mejor que se enfoque en vivir la vida que desea y tanto anhela.

Que es inevitable crecer, que todo cambia, que los momentos no se repiten, así que hay que disfrutarlos con todos los sentidos.

Le quería decir esto y muchas cosas más; sin embargo, no era el momento adecuado. Así que dejé que viviera la experiencia a su manera, a su ritmo y que ella atesorara cada recuerdo de la forma que quisiera.

Después de un rato de divertirnos en los juegos, de ver su ilusión al conocer a los personajes e interactuar con las princesas, de vivir y sentir la experiencia de estar en el mejor lugar del mundo, me di cuenta que aquellas palabras que quería decirle no precisamente iban dirigidas hacia ella (que claro que en su momento quiero que lo sepa); esos pensamientos que llegaron a mi cabeza y a mi corazón eran para mi niña interior. Así que me abracé y me dije: ahora lo sabes, lo sientes y debes de ponerlo en práctica.

En esos días me refleje en mi hija y aunque me divertí mucho quise volver a tener 10 años y gozar del momento de la misma manera, quise volver a ser niña y sentirme en un verdadero sueño; sin embargo, me tocaba ahora hacerlo con otros zapatos y definitivamente fue espectacular.

Los sueños se cumplen si se planean, si se estructuran, si eliminamos de nuestra mente las creencias limitantes, si nos quitamos las etiquetas y los pesos y las trabas que nosotros mismos nos ponemos.

Existen diferentes tipos de sueños, pero cualquiera -por más mínimo que sea- debemos perseguirlo, y cuando lo logremos, celebrarlo, compartirlo y sentirnos orgullosos de poder vivirlo. Y, bueno, en este viaje cumplimos varios y me siento feliz.

Mariana Cabello

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.