LA SERVILLETA Y EL MANTEL DE LEONARDO DA VINCI ½

LA SERVILLETA Y EL MANTEL DE LEONARDO DA VINCI ½

Genio. Fue un verdadero genio y usted y yo lo deletreamos en este espacio dominical en las últimas dos entregas. Leonardo da Vinci no es sólo es recordado por pinturas las cuales forman parte de nuestro mapa humano y artístico mundial, como la famosa “Gioconda” (que no era “ella”, sino “el”, situación ya muy analizada y solucionada) y claro, lo poco que queda de su pincel en “La última cena.” Pero también usted lo sabe, Leonardo, el gran Leonardo da Vinci fue un inventor, ingeniero, arquitecto, botánico, diseñador de escenario de teatro y arte, biólogo, físico, matemático, escultor y claro, un gastrónomo.

Lo que se conserva de todo lo que aprendió, supo y escuchó y paladeó con respecto a la comida de su época, quedó asentado en sus cuadernos que ahora se llaman “Codex Romanoff.” De los cuales derivan selecciones de textos, antologías de sus letras y dibujos en lo que conocemos como “Notas de cocina”, y aquí en este especial caso seguimos la edición de Planeta, compilación y edición de Shelag y Jonathan Routh.

Leonardo escribió la mayoría de estas observaciones culinarias entre 1481 y 1500, cuando fue nombrado “Maestro de festejos y banquetes” por parte de Ludovico Sforza, “El Moro”, Gobernador y luego, Duque de Milán. Todo lo anterior sirve para contextualizar a usted la línea de vida, la situación de la vida y tiempo en la cual estamos hablando y donde Leonardo da Vinci existe.

Es el Renacimiento y uno de los mayores y mejor tiempo de esplendor espiritual en el mundo. Aquí todo se va inventando porque era necesario inventarlo. Algo tan sencillo lo cual usted y yo hoy disfrutamos, en aquel tiempo era difícil o de plano, imposible encontrar.

Como, el buen uso de mantel para un banquete real y de plano, la invención de la servilleta por parte de Leonardo da Vinci. Sí, Leonardo inventó la servilleta para los comensales de un banquete ofrecido por Ludovico “El moro”, pero ese día, nadie supo cómo usarla y fue objeto de gran ridículo. Mientras tanto, el genio estaba todo turbado. En sus cuadernos literalmente se lee en el apartado, “De una alternativa a los manteles sucios.” Leamos a Leonardo: “Al inspeccionar los manteles de mi señor Ludovico, luego que los comensales han abandonado la sala de banquetes, hallóme contemplando una escena de tan completo desorden y depravación, más parecida a los despojos de un campo de batalla que a ninguna otra cosa, que ahora considero prioritario, antes que pintar cualquier caballo o retablo, la de dar una alternativa.”

“Ya he dado con una. He ideado que a cada comensal se le dé su propio paño que, después de ensuciado por sus manos y su cuchillo, podrá plegar para de esta manera no profanar la apariencia de la mesa con su suciedad. Pero ¿cómo habré de llamar a estos paños? ¿Y cómo habré de presentarlos?”

Y es que usted lo sabe señor lector, en aquellos tiempos el paño de la mesa (mantel) servía para todo, y es decir todo (sonarse las narices, limpiarse las manos y la boca, se usaba para secar el exceso de grasa y agua de las comidas y otras excrecencias imposibles de detallar aquí… Usted las imagina). El día que el gran Leonardo da Vinci presentó su invento, la servilleta en un banquete, ¿cómo cree que lo utilizaron los comensales? No se pierda la siguiente entrega…

EL AUTOR

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.

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Jesus R. Cedillo

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.