CUANDO UNA GUÍA SE CONSIDERA BIBLIA

En 1855, para la Exposición Universal de París, Napoleón III solicitó al sindicato de Negociantes de Vino de Burdeos hacer una lista catalogando a los viñedos de acuerdo a su calidad, para que fuera más fácil para todos los visitantes entender la complejidad de la región francesa. ¿Puedes imaginar a un selecto grupo definiendo qué vinos serían catalogados como los mejores?

Dándole todo este poder al sindicato, que formaban personas del gremio en Burdeos (sí, juez y parte), convirtió esto en toda una situación política, pues entraron muchos factores a influir en la decisión de cómo catalogar a cada viñedo. Si bien es cierto que, en teoría, se basaron en precio y reputación del Castillo para la clasificación, no podemos dejar a un lado el factor humano que tuvo injerencia. Pudieron haber ciertos intereses personales de los negociantes, amistades protegidas, favores debidos a algunas personas o cedieron ante la influencia de poder que tenían los dueños de ciertos viñedos. Así nace la lista donde se catalogaron a los vinos por importancia, en cinco categorías: primeros, segundos, terceros, cuartos y quintos —crus“.

Cuando se dio a conocer esta clasificación, el sindicato argumentó que solo era una —guía para el fácil entendimiento de la región de Burdeos“, consultada por los mejores expertos en el tema (ellos mismos). Sin embargo, en vez de ser tomada como una referencia, se consideró como una biblia. En consecuencia, subió el valor de los viñedos posicionados, que a la fecha son conocidos por sus altos precios e irrefutable calidad. La guía se transformó en biblia de certeza absoluta.

La lista recibió una gran crítica, principalmente de los que no se vieron beneficiados en aquel momento. Desde esa fecha, se han intentado hacer modificaciones, sin ningún éxito, por parte de grandes críticos del vino, quienes aseguran que es obsoleta, ya que no se consideraron más regiones, no se tomó en cuenta al vino blanco y que estos viñedos han cambiado de dueños y de enólogos con el paso del tiempo, por lo que puede variar la calidad del vino. Solamente ha habido dos cambios en más de 150 años. El primero fue que los viñedos ya enlistados se dividieron y se consideraron como fincas autónomas. El segundo, cambió de categoría al viñedo de Mouton Rothschild que, al ver cómo afectaba esta nueva —biblia del vino“, logró subir a 1er cru en vez de 2do cru, donde originalmente fue puesto, gracias al esfuerzo del Barón Rothschild con los miembros del sindicato.

Muchos factores evitan el cambio en esta guía: el probable impacto negativo de los precios para cualquier château degradado, la influencia política del estado de 1855, el problema burocrático de las instituciones actuales y la tradición francesa.

En la actualidad, vemos un fenómeno similar ocurriendo en los concursos mundiales de vino. Las personas consideran una biblia los resultados de estos concursos, sin tomar en cuenta las circunstancias de cada uno. Hay que analizar la calidad de los jueces invitados al certamen, los procesos de recepción de los vinos muestra, la cantidad y calidad de los vinos inscritos (los vinos más prestigiosos del mundo nunca acuden a dichos eventos), la transparencia del proceso y registro de puntajes.

La vinicultura es un arte que se juzga desde la apreciación, por lo que la subjetividad de cada juez juega un papel importante en el proceso. Ahora, al ganar las medallas, los viñedos han hecho un excelente marketing para posicionar sus productos. Los consumidores tenemos que ser críticos en el entendimiento de que los concursos son una gran medida para orientarnos, pero nunca deben ser tomados como la verdad absoluta.

Recomendación del mes:
Chenin Blanc de Bodegas Los Cedros

Precio: 550 pesos

Puntos de venta:

Vinoteca, HEB, Viñas del Desierto

Eloísa Boardman

Licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, MBA IPADE y Sommelier por parte de Le Cordon Bleu. Apasionada de la lectura, los viajes y el vino.