A lo largo de su vida escolar, los niños se enfrentan a múltiples desafíos; el papel de los padres es crucial para que logren superarlos.
FOTOS: CORTESÍA, UNSPLASH Y FREEPIK
Marta Prada, asesora de instituciones educativas y de familias, creadora del blog Pequefelicidad e investigadora en relación a la infancia, habló con 360 sobre cómo los padres pueden apoyar a sus hijos ante los grandes cambios en la escuela:
Cuando van por primera vez a la escuela:
Marta explicó que cualquier cambio cuesta, no solo a los niños, sino también a los papás.
El separarse de sus figuras de apego y enfrentarse a un entorno nuevo supone un reto para los más pequeños. ¿Qué se debe hacer?
- Visiten antes la escuela y hablen de forma positiva de ella. Cuanta más certeza tengan del lugar y de cómo es, mayor seguridad sentirán el primer día.
- De ser posible, que los primeros días sean de toma de contacto, donde estén menos tiempo o incluso en compañía de los papás.
- Hagan una despedida corta, positiva y donde se validen las emociones que surjan.
- Durante esos primeros días, den mucha presencia por las tardes en casa.
- Faciliten la incorporación de rutinas progresivas -de sueño y de alimentación-, para adaptarse como familia, desde la empatía y la comprensión.
La comunicación
Es importante validar las emociones de los hijos para que se sientan comprendidos, así como facilitar la comunicación con ellos desde pequeños.
“A veces los padres ya tenemos mucha más experiencia, más perspectiva de la vida y nos parece que lo que tienen que decir los adolescentes como que no vale”, señaló.
¿Cómo lograrlo? Partiendo desde la escucha, al permitirles hablar de sus dudas y miedos, hacerlos sentir que su voz cuenta, entender y validar lo que nos dicen; a partir de ahí, los papás podrán compartir su perspectiva, de cuando ellos mismos tuvieron esa edad y pasaron por situaciones similares.
“Al final, cuando empatizamos nos sentimos más cerca y ellos nos sienten más cerca”, afirmó.
Señales de alerta
Habrá situaciones que el niño todavía no puede o no sabe expresar, como los problemas de adaptación o si comienza a sufrir de bullying, ya sea debido a su edad, por vergüenza, miedo o porque se le complica hacer esa gestión emocional.
Se debe estar atento a las señales que indican este tipo de situaciones: si muestra apatía, se empieza a refugiar en pantallas o si perciben cambios en su rutina de sueño, su apetito, el comportamiento o en su estado de ánimo habitual. En estos casos, mantener contacto con la escuela es esencial.
“Es muy importante que haya una buena comunicación porque así es como, tanto desde el cole como desde casa, vamos a poder ayudar mejor a nuestro hijo”, explicó.
¿Cómo puede apoyar la escuela?
- Realizando reuniones periódicas, tanto a nivel clase como de forma individual.
- Ofreciendo cursos o talleres que brinden formación y herramientas a los padres, para acompañar los procesos que están viviendo sus hijos.
Herramientas básicas para papás
1) Conocerse a sí mismos
“Muchas veces nos movemos con nuestros hijos desde las heridas y desde nuestro propio dolor y las cosas que nos dañaron a nosotros en la infancia”. Por ejemplo, quienes vivieron una educación autoritaria pueden irse al extremo de la permisividad o, al contrario, repetir el patrón.
El realizar un autoexamen en donde definan qué les dañó, cómo están y cuáles son sus heridas, les permitirá tomar conciencia y trabajar en ellos mismos.
2) Aprender sobre el desarrollo de los niños
Lamentablemente, todavía existe mucho desconocimiento y prejuicios en cuanto a la infancia y la adolescencia. Por ejemplo, la violencia a la hora de educar se pensaba necesaria, pero si los padres conocieran cómo funciona el cerebro del menor y la importancia de la primera etapa para el desarrollo, verían las situaciones desde otra perspectiva. A veces un mal comportamiento es una señal de necesidades por atender.
No adelantar etapas
Actualmente, los padres buscan que sus hijos aprendan y se preparen cuanto antes para las siguientes etapas de sus vidas. Sin embargo, esa preocupación de que sepan más y la competitividad presente en la sociedad, les hace vivir a futuro y caer en la hiperexigencia.
“Tenemos que dejar que vivan la etapa en la que están. Un niño tiene que jugar, vivir, salir a la naturaleza”, puntualizó Marta.
Tejer redes
Internet ha permitido que los papás se sientan más conectados: tienen acceso a cuentas de educación, encuentran información sobre crianza o a familias que viven o tienen los mismos problemas y desafíos. Sin embargo, al regresar a casa están solos, sobre todo quienes habitan en grandes ciudades.
Por ello, la creación de redes de padres es fundamental a nivel emocional: brindan soporte, les hacen sentir comprendidos y les permiten desahogarse, pues la maternidad y la paternidad tienen momentos oscuros y difíciles.
Consejo: vivan en el presente. Muchas veces vivimos la maternidad o la paternidad muy preocupados de lo que va a venir, vivimos como muy a futuro. Los niños de hoy en día, sobre todo, tienen un anhelo de padres y madres presentes, así que diría eso: presencia y buen humor. Y luego, algo fundamental para mí es rebajar las expectativas, no exigirnos tanto, perdonarnos a nosotros mismos nuestros propios errores que cometemos como padres y madres. Es importante el adquirir conciencia, pero también lo es el saber perdonar las veces que fallamos, que son todos los días.
Marta Prada
Está certificada como educadora de familias positivas y en educación no violenta. Es instructora de yoga para niños, asesora de lactancia y educadora de masaje infantil. Autora del blog “Pequefelicidad”. Es asesora de instituciones educativas y de familias en talleres presenciales y virtuales. Autora de múltiples libros y publicaciones, entre ellos “Crecer felices ante grandes cambios de vida”.
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