“SI FUERA LA PRIMERA VEZ…”

“Aprende a valorar y cuidar a quién tienes, porque son tus tesoros.” MJC

Nuestra mirada cambia constantemente debido a las experiencias que vamos experimentando. Nos vamos transformando y en cierta forma evolucionando gracias a ellas. Bien dice el dicho que no hay que encontrar el “por qué” suceden las cosas sino enfocarnos en el “para qué” suceden.

Y es que justo me conecta con como me siento en este momento. Recién habiendo dado a luz a mi tercer hijo, no quiero perder de vista este regalo y este pedacito de gloria que Dios me permite vivir.

Y siendo este uno de los tesoros a los cuáles hoy dedico toda mi atención, me recuerda la importancia de valorar los tesoros que tenemos y el hoy que tenemos para disfrutarlos.

Pocas veces valoramos los tesoros que tenemos, pues nos acostumbramos a su existencia. Pocas veces dejamos de valorar a las personas y a los momentos que no podríamos comprar con nada del mundo.

Pensamos que los tesoros que tenemos son los bienes, los activos, la seguridad laboral… pero pocas veces valoramos a las personas que son los tesoros que hacen maravillosa nuestra vida.

Justo me compartieron este escrito, del cuál desconozco el autor, pero quisiera compartírselos. Tan cierto y tan real, cómo dejamos de cuidar, de amar, de valorar las cosas conforme pasan los años. Ojalá se regalen un minuto para leerlo y les conecte de corazón.

“Conoces los zapatos que llevas puestos, no es la primera vez que te los pones. Ni la segunda. Y por eso al llegar a tu casa te los quitas con la ayuda del otro pie, ni siquiera te preocupa si se están ensuciando.

Pero si fuera la primera vez que te los pones, te los quitarías delicadamente. Sólo si fuera la primera vez. Ahora no. Ahora llegas después de un día agotador y lanzas el teléfono a la cama, pero si fuera nuevo, lo dejarías en la mesa y hasta tendrías miedo que se raye.

Y lo mismo pasa con las personas, con tu pareja, con tu familia. Sabemos que están allí y dejamos de mirarlos cómo la primera vez. Han pasado a la historia las miradas del primer encuentro y tener que pensar la frase perfecta antes de decirla.

Hemos dejado de conquistar día a día. Porque ya no es nuevo. Porque se consume. Consumimos objetos, viajes, conciertos, experiencias y hasta personas. Y con las personas el amor.

Y el amor no debe consumirse, porque si fuera la primera vez que llamas a alguien, no te quedarías callado al otro lado del teléfono, sin pensarlo le preguntarías hasta el más mínimo detalle por horas.

Si fuera la primera vez que vieras a esa persona, te hubieras fijado en el color de sus uñas, su cabello y el perfume que llevaba se te hubiera quedado grabado para recordarlo cuando se despidan.

Y lo mismo pasa las últimas veces. Lo que pasa es que no sabemos cuándo será la última vez que vayamos a ver a alguien, o que vayamos a usar algo. Y continuamos actuando como si no pasara nada. Pero si fuera la última vez, ¿Cuántas cosas cambiarías?.

Si fuera la última vez que vieras a tu hermano seguramente le darías tantos consejos como abrazos pudieras.

Si fuera la última vez que pudieras escribir, dejarías una carta despidiéndote y agradeciendo a quien lo mereciera.

Si fuera la última vez que vas a dormir, no dormirías.

¿A dónde irías si fuera la última vez que viajaras? ¿Lo has pensado? Pues ese destino que tienes en mente, es el que tienes que hacer.

Esos consejos y abrazos que le darías a tu hermano, dáselos cada día. Y no esperes el último día para agradecerle algo a alguien. Porque los últimos días nunca están señalados en el calendario. Y los últimos días es cuando queremos todo de regreso.

Fue aquí donde entendí la frase: Ojalá nunca termine el comienzo.”

Y me es inevitable pensar… ¿Qué quisiera hoy de regreso? Cómo quisiera traer a mis abuelas de regreso para abrazarlas, quedarme con su olor y disfrutar de un café interminable.

Lo que me queda es el recuerdo del maravilloso tesoro que fue tenerlas.

¿Cuáles son los tesoros que tienes hoy? Tus padres, tu pareja, tus hermanos, tus hijos, tus suegros, tus amigos íntimos (contados con una mano…).

¿Quién es la gente que hace bonito tu mundo? ¿Qué esperas para decírselos con un detalle, un abrazo, una carta, con tu tiempo. No esperemos a que nos llegue esa última vez, la vida es muy corta cómo para dejarla pasar.

Cómo diría mi gran amiga Rosy de la Peña, ¿Vives tu vida o te vive la vida? Vivamos como si fuera la primera vez, pues cada día es un regalo que amerita vivirse con esa alegría, con esa actitud, con ese interés, con esas ganas de gozar y descubrir.

Cambia esa actitud, deja a un lado la actitud soberbia y egoísta y: acércate, valora a esa persona que quieres, trátala bonito, háblale bonito, abrázala, bésala, cómprale flores, cocina para ella…

atesora ese tesoro que hoy es tuyo, pues mañana puede ya no estar y solamente habitar en tus recuerdos.

LA AUTORA

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.

Te podría interesar:

10 FRASES PARA EMPODERAR A TUS HIJOS EN ESTE REGRESO A CLASES

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.