Si dejamos de fijarnos y opinar de la vida de otros nuestra propia vida cambiará
La boca habla de lo que está lleno el corazón” Lucas 6, 45
He estado reflexionando sobre cómo comenzar este 2017 con pequeños cambios, pequeños esfuerzos que transformen radicalmente mi vida. Y es que el cambio debe de hacerse de adentro hacia fuera, comenzar por cambiar actitudes, malos hábitos, adicciones que nos arrastran a vivir en el conformismo, negatividad e incluso el “metichismo”. Y es que cómo sociedad, es impactante cómo tenemos el mal hábito de hablar de la vida de otros, de opinar de cosas que no nos incumben, y de sentirnos con el derecho de hablar de la vida y decisiones de los que nos rodean.
¿Cuántas veces nos molestan las acciones de otros respecto a su vida? ¿Porqué nos sentimos con el derecho de opinar si lo que hace el otro está mal? Independientemente de si está bien o mal, es su vida y cada quien tiene derecho de vivirla cómo le parezca. Si quieres comenzar a vivir con mayor paz, a limpiar tu vida, tu corazón y tener actitudes más sanas y saludables, deja de hablar de otros. ¿Eres de las personas que te encanta el chisme? Identifica porqué deseas hablar de la vida de otros y dejar de mirar la tuya. Si me enfoco en los demás, existe algo sin duda que deseo tapar y no mirar de mi vida.
El hablar de la vida de otros nos da sin duda una gran lección: Eso que nos molesta, o que nosotros identificamos cómo incapaz para el otro, habla de nuestras creencias y limitaciones. Identifica tu intención. ¿Porqué te molesta esa persona? ¿Existe alguna envidia, sentimiento de superioridad o rencor de hace tiempo? Miguel Núñez decía, “Dios escucha las palabras y las intenciones detrás de ellas.” Reflexiona ¿Cuáles son tus intenciones? ¿Hablar por hablar? ¿Confirmar que tú eres mejor? Recuerda que puedes destruir la imagen de una persona y al mismo tiempo, te destruyes a ti mismo. Aprender a escuchar a los demás por más que no estemos de acuerdo en sus decisiones, es síntoma de empatía, de apertura y de madurez.
Si eres agresivo y te molestan las actitudes de otros, interioriza con quién es tu enojo o qué es lo que tanto te molesta. ¿Por qué estás enojado o insatisfecho contigo? Bill Bowen, diseñó un ejercicio de 21 días para cambiar tu vida. Este radica en comprometerte sin quejarte, sin criticar y sin hablar mal de los demás. Cuando tu tomes la decisión y te comprometas a enfocarte en lo que te gusta y lo que te hacer sentir orgulloso, comenzarás a atraer más de lo mismo. La queja sólo hace que te enfoques en el problema y no en la solución, mientras que el criticar te infla tu soberbia y te aleja de la compasión. Eckhard Tolle decía que cuando cambias la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma.
La clave está en movernos de lugar, en ver las cosas desde una nueva perspectiva, en pensar más antes de hablar y dejar de estar en automático. Medita en eso que estás sintiendo, identifica tus miedos e inseguridades y el porqué sientes la necesidad de hablar. Llénate de paz, de compasión, de empatía y comienza a esparcirlo. Llena tu corazón de eso. Recuerda que lo que sale de tu boca, habla de quién eres.