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/ 22 junio 2025

IN MEDIA RES

Le digo a mis amigos, Mario y Chuy Pedro, que la biblia ganaría lectores si la historia iniciara in media res: “un tipo todo madreado, avanza penosamente entre una multitud que le arroja piedras; su espalda, desgarrada por tantos latigazos, es un amasijo de carne, le han puesto una corona de espinas sobre la cabeza y además, arrastra una cruz...”

Es un recurso usado por escritores y cineastas para enganchar rápido a la audiencia y ésta no se distraiga en Tik Tok. Aunque significa algo así como iniciar “en medio de la acción”, también puede ser un simple diálogo como el de Forrest Gump filosofando sobre chocolates en la parada del bus. Imagina una introducción donde te platican que el protagonista trabaja en ventas, y que tiene una hermana y vive con sus padres y bla, bla, bla...mejor iniciar diciendo que Gregorio despertó convertido en cucaracha. Ya luego nos contarán lo ojete que todos fueron con él por ser diferente.

Y en todo esto, ¿dónde encuentro lo interesante o trascendental?, te estarás preguntando. Aguanta un poco, porque seguro que al final, hallarás un punto de vista tan válido como fumado.

El asunto aquí, es que iniciar una historia in media res no exime al autor de justificar el porqué de lo que pasa en esa primera escena, y es por eso que Homero (no Simpson, el griego), aun cuando inicia La Iliada en medio de una batalla, más tarde explica quién le robó la novia a quién y todos los chismecitos sabrosos que desatan guerras y desde entonces son refriteados en toda telenovela de televisa y tweet de partido político.

Y claro, la obertura de un muchacho balaceando a su loquero al inicio de “Sexto Sentido”, explica el tremendo giro que vemos al final de la película, aunque todo sea entendido quince minutos después de abandonar el cine. A lo que voy: sin importar el género, toda historia digna de ser compartida se cuenta desde un punto específico, desde un instante de quiebre que pueda hacerla atractiva; pero siempre, en algún momento, se deben revelar los antecedentes como explicación al drama, y nunca dejar el final sin una declaración.

Yo me sigo enrollando y no encuentro la forma de decir lo que te quiero decir. Así que ahí va sin tanto rollo: aquí entiendo a mi manera lo predicado por sanadores, coaches e improvisados terapeutas de internet cuando dicen que uno crea su propia realidad. Lo que obviamos al aceptar eso sin cuestionarlo, es que si bien en este momento cada quien se encuentra in media res en la historia de su vida, solo reconociendo el pasado para entender el presente es posible construir ese deseable futuro; lo que en ocasiones olvidan explicarnos es la importancia de entender que solo se construye un futuro sabiendo dónde nos encontramos parados, es decir, desde la aceptación de la propia realidad.

Así que la propuesta es esta: independientemente si hoy tu película parece tragedia o comedia, horror, fantasía, romance, acción y aventuras, western, documental o ciencia ficción, te invito a reconocerte in media res, y que ante ese público tan importante que es tu consciencia, hagas recuento de todo lo que tuvo que pasar, provocado por ti o por factores externos, para que hoy te encuentres en medio de la acción, y estés en condiciones de escribir el guion de lo que sigue en la historia de tu vida, sabiendo que el clímax de esa historia no ha llegado aún, y sabiendo también que al final de todo cuento, cuando se desnudan los nudos y todo tiene sentido, el desenlace es más importante que el inicio de la trama, y por supuesto, también, el desenlace trasciende más, que la escena in media res.

$!Reconocer en qué punto de tu historia estás es el primer paso para escribir lo que sigue.

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