Una joven austríaca demandó a sus padres por violar su intimidad de niña. ¿Cuáles son los límites para los padres que quieren compartir sus vidas con familiares y amigos sin hacerles daño a sus hijos?
En lo que atañe a la privacidad del niño, ¿qué tan lejos es demasiado lejos para un padre?
Una joven austriaca de 18 años afirma que sus padres fueron demasiado lejos y los demandó por violar su intimidad.
Según la demanda, desde 2009, los padres de la joven no identificada publicaron unas 500 fotos humillantes e íntimas de ella en Facebook para que las vieran sus 700 amigos de Facebook sin su consentimiento, de acuerdo con The Local.
Las imágenes compartidas consistían en fotos de ella de bebé mientras le cambiaban el pañal, le enseñaban a usar la pelela, etc.
“No tenían vergüenza ni límites y no les importaba si era una foto de mí sentada en el retrete o acostada desnuda en el catre, cada etapa se fotografiaba y luego se publicaba”, declaró la hija a The Local.
A pesar de sus constantes pedidos de que bajaran las fotos, según la demanda, los padres no cedieron y afirmaron que tienen derecho a publicar las imágenes por haberlas tomado.
“Estoy cansada de que mis padres no me tomen en serio”, sostuvo la hija. Entonces, los demandó.
Las leyes de privacidad de Austria no son tan estrictas como las de otros países, pero el fallo, programado para noviembre, podría influir en la legislación sobre el tema de Austria y todo el mundo en el futuro.
En Francia, los padres pueden ir a la cárcel y tener que pagar una multa de hasta US$67.000 si publican fotos de sus hijos sin su consentimiento, según el diario británico The Daily Telegraph.
Aunque EE.UU. quizás no imponga restrinja legalmente que los padres publiquen fotos de sus hijos en redes sociales sin su consentimiento, algunos de estos últimos tienden a desaprobar lo que sus padres publican de ellos en las redes sociales.
La Universidad de Michigan reveló que los niños de 10 a 17 años están “muy preocupados” por cómo sus padres comparten sus vidas en Internet, y el doble de hijos que de padres cree que debería haber normas sobre lo que pueden compartir los adultos sobre su prole en las redes sociales.
El 18% de los hijos no quiere que sus padres compartan demasiada información o directamente nada sobre ellos por Internet sin su autorización explícita, según el estudio, citado en Deseret News.
Una de las citas de participantes de la muestra en el estudio rezaba: “No publiquen nada sobre mí sin preguntarme”.
Esto es lo que se conoce como “sharenting” (juego de palabras entre “share”, compartir, y “parenting”, paternidad), fenómeno en el cual los padres hacen publicaciones de blog, tuits y fotos sobre las vidas de sus hijos, muchas veces todo al mismo tiempo.
“Desde la primera hora de vida, las vidas de los hijos quedan documentadas meticulosamente en las redes sociales, lo que puede tener consecuencias como poner en peligro emocional o físico a los niños”, dijo Joyce Lee, médica y profesora asociada de Pediatría de la Universidad de Michigan.
Un estudio publicado en 2015 por Parent Zone en nombre de la empresa internacional de Internet Nominet reveló que en promedio un padre o madre publica más de 200 fotos de sus hijos por año, pero que la mayoría nunca revisó sus configuraciones de privacidad.
Sonia Livingstone, profesora de la London School of Economics, declaró al diario británico The Guardian que los padres deberían pensar con quiénes comparten sus cosas porque una cosa son 50 amigos y otra muy distinta, 500 personas cualquiera.
“Todos deben considerar sus propias necesidades y las de los demás de forma abierta y tener en cuenta que el mundo digital está cambiando, que las imágenes se publican de forma permanente y que las condiciones de lo que se comparte y las normas cambian de formas impredecibles”, sostuvo Livingstone.
Para cerrar el estudio, Nominet y Parent Zone incluyeron una infografía y consejos para los padres a la hora de compartir fotos de sus hijos por internet:
Verifique sus configuraciones de privacidad: échele un vistazo a las configuraciones de privacidad y asegúrese de que no son las que vienen por defecto. Compruebe que sólo comparte sus imágenes con la gente adecuada y evite compartir de más.
Piénselo antes de subir la foto. Si es una imagen de un niño, ¿cree que este le agradecerá por compartirla cuando sea mayor? Piense en los sentimientos de los demás antes de publicar imágenes. Si no es su hijo, intente pedirle permiso a sus padres antes de hacerlo. Lo que es más importante, recuerde que una vez que se sube una foto a una red social, es muy difícil borrar todo rastro de ella.
