EL SIGNIFICADO DE UN BRINDIS

Llegó la época del año en la que nos reunimos con nuestros seres queridos. Todos tenemos la agenda atiborrada de distintos compromisos con grupos de familiares, amigos y compañeros, que muchas veces solo vemos una vez al año. Con pretextos de posadas, fiestas navideñas y de fin de año, nos reunimos para celebrar. En estas fechas nunca falta la comida y la música, las risas, la alegría de compartir y la magia de disfrutar. El vino, como en toda buena fiesta, juega un papel importante en el desarrollo de estos eventos.

En cada reunión a la que acudimos, se tiene por tradición levantar las copas y hacer un brindis por el bienestar, la felicidad y la buena suerte de la compañía presente, por los ausentes, por la memoria de los que ya no se encuentran con nosotros y, sobre todo, para agradecer a la vida y a Dios todas las bendiciones con las que contamos. Tenemos tan naturalizado el brindar entre familia y amigos, que nunca nos hemos preguntado por qué lo hacemos. En el artículo de este mes, me gustaría platicar sobre el origen del brindis ya que, estoy segura, lo harán repetidamente en estas fechas.

La primera teoría nos lleva a la antigua Grecia y a Roma, donde se hacían grandes banquetes y, una vez llenas las copas de vino, el anfitrión alzaba la suya y tomaba un trago. Después, al chocar las copas, que se llenaban hasta el borde, se salpicaba vino de una a otra, mezclando las bebidas. El chocar y luego dar un trago era una señal de confianza entre comensales y una muestra de que no estaban envenenadas.

Un dato curioso sobre el brindis es que para los anglosajones se dice “to toast”, haciendo referencia al pan tostado. Esto es porque en la antigüedad se agregaba pan tostado al vino para que adicionara notas especiadas, así como para absorber malos olores, amargor y sedimentos.

La segunda teoría del origen del brindis se remonta al año 1527, cuando fue saqueado el Imperio Romano por parte de Carlos I de España. Se justificó esta guerra como una ofrenda a Dios, se levantaron copas para celebrar el triunfo y se dijeron las palabras “bring dir’s”, que significa “te lo ofrezco”. La expresión se tropicalizó al español y con el paso de los años se transformó en “brindis”.

En la antigüedad, se elevaban copas para agradecer a Dios lo que nos había dado. Hoy en día, el concepto ha evolucionado y lo hacemos por la alegría de compartir.

En estas fechas tan especiales, cargadas de convivencia y amor, los invito a brindar conscientes y agradecidos por todas las bendiciones recibidas en este año que termina, chocando las copas con los seres queridos para desearles lo mejor en el año que viene.
Y yo brindo por ustedes, lectores, deseándoles un año lleno de éxitos, salud y amor, de magia y felicidad.

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Región: Champagne, Francia

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Eloísa Boardman

Licenciada en Derecho por el Tecnológico de Monterrey, MBA IPADE y Sommelier por parte de Le Cordon Bleu. Apasionada de la lectura, los viajes y el vino.