Aprovecha tus vacaciones para hacer un detox digital y disfruta de sus beneficios en este regreso a clases.
FOTOS: UNSPLASH Y FREEPIK
Con información de Banner Health y Universidad Anáhuac.
La tecnología es una herramienta indispensable en la vida diaria de los estudiantes: es necesaria para realizar tareas, socializar, trabajar en equipo, estar enterado de los avisos de clase, entre otras actividades.
Sin embargo, su uso excesivo tiene consecuencias físicas y psicológicas. De acuerdo a diversos estudios, puede generar ansiedad, trastornos de sueño, pérdida de memoria, fatiga, tensión ocular e incluso aumentar las probabilidades de padecer depresión y sobrepeso, debido al sedentarismo.
¿Has tenido alguno de estos problemas o los has notado en tus hijos? Quizá sea buena idea realizar una desintoxicación digital antes de regresar a clases.
¿Qué es?
Consiste en alejarse de los dispositivos electrónicos (teléfonos inteligentes, tablets, computadoras y televisores) durante períodos específicos de tiempo un día, una semana o durante determinadas horas o disminuir su uso a lo estrictamente indispensable.
¿Qué beneficios tiene?
Aumenta la atención, la productividad y la tranquilidad, mejora la calidad del sueño y la capacidad de tomar decisiones, y disminuye el estrés y la ansiedad.
¿Cómo se hace?
Define tu propósito: ¿por qué quieres desconectarte? ¿Utilizarás ese tiempo para estudiar, convivir con tus amigos y familia, empezar un nuevo proyecto, leer un libro o descansar? Eso te ayudará a mantenerte motivado.
Determina cuánto tiempo necesitas estar lejos de los dispositivos: no tienes que eliminarlos por completo al inicio, pero sí marca límites claros, como apagarlos a cierta hora de la noche o no tomarlos tan pronto despiertes.
Aprovecha las herramientas de tu smartphone: bloquéalo después de cierta hora o tiempo de uso. Consulta cuántos minutos pasas al día en él y disminúyelos cada vez más.
Deja ciertas notificaciones activadas, con tonos específicos que te permitan reconocer si es importante. Cuando las escuches, termina la actividad que estés haciendo y no vayas inmediatamente a responder.
Si fallas con tu meta del día, no te sientas mal: como los propósitos de Año Nuevo, muchas personas se rinden cuando comienzan a tener fallos; en vez de sentirte mal por usar tu teléfono más minutos de lo que debías, pregúntate ¿por qué pasó? Eso te permitirá identificar qué aspectos cuidar o modificar para cumplir tu objetivo.