DELICIA LOCAL: CONOCE LAS CEREZAS DE LA REGIÓN

Manzanares es una marca local que produce cerezas en el municipio de Arteaga con productos de primera calidad para garantizar un sabor único

FOTOS CORTESÍA

La cereza es un fruto de la primavera y el verano, tiene múltiples propiedades, un color rojo intenso y un sabor exquisito cuando se consume fresca. Los saltillenses no necesitan salir de la ciudad para disfrutarlas, pues se producen en la región sureste, específicamente en el municipio de Arteaga.

Lupita Mandujano y su esposo, Armando Guadiana Tijerina, empezaron en el negocio de las cerezas cuando plantaron cinco árboles en su huerta ubicada en Los Lirios, Arteaga, Coahuila.

 

Su asesor agrícola, el doctor Baldemar González, realizó pruebas en dos hectáreas con diferentes variedades, para determinar cuáles funcionaban con el clima de la zona. 

“El principal negocio de la huerta son las mananas. Las cerezas fue como un hobby muy difícil de vender o distribuir, ya que es muy costoso”, explicó.

 ¿Cómo se produce este fruto?

Durante todo el año se cuida del árbol, se fertiliza, riega y poda. Ofrecen la variedad Lapins y Stella, utilizan productos de primera calidad, polinizadores Rainier, Somerset, Bing y Newstar, y se protege de enfermedades por hongos y bacterias. La época de floración es también una de las más bellas del proceso, según Mandujano. 

La cosecha empieza a mediados del mes de mayo y termina la última semana de junio. Se empacan en el campo, pues son muy delicadas. Su producción depende mucho del clima: temperaturas elevadas provocan que la flor caiga y no haya amarre de fruto.

 “Este año es inusual. Traemos muchísima cereza. Creo que tenemos unas tres veces más de producción que los años anteriores. Yo creo que vamos a sacar unas siete toneladas este año”, señaló.

“Año tras año, mandamos cerezas a la casa del migrante, casas hogares de niños y asilos de ancianos y hasta a algunas colonias hemos llevado un poco de lo que Dios nos da”, expresó Lupita Mandujano. 

Un negocio local

Su marca, Manzanares, ha logrado posicionarse en el gusto del público: desde hace cuatro años no necesitan usar cuarto de refrigeración, pues se vende inmediatamente. Pero introducirla en el mercado fue difícil, pues pocas personas conocían el fruto fresco.

“Cuando empecé a vender la cereza, empecé afuera de los colegios, a la hora de salida, y la gente me preguntaba: ‘¿qué es eso? ¿Son ciruelos?’, y yo: ‘no, son cerezas’. La gente solo la conocía más que en almíbar. Era muy poca la gente que las conocía naturales.

“Les daba a probar y se regresaban por una o dos cajas, y así puedo decir que Saltillo consume más cereza que la gente de Monterrey, y me da gusto que aquí puede introducir muy bien este fruto”, contó.

Además del desconocimiento, el mercado de cerezas es difícil por el tipo de clima en la región y los costos de la producción. Mandujano recuerda que un año hubo exceso de calor, varios productores perdieron sus cerezos.

“Pero es algo muy bonito y que no hay aquí en la región quien se dedique a esto, son muy pocos los que tenemos unos pocos cerezos”, apuntó.  

Iniciaron con un empaque y una etiqueta, y ahora se apoyan con el internet. Antes de los cuatro años tuvieron problemas para distribuirla e incluso en una temporada debieron tirar 12 toneladas que se echaron a perder. Pero actualmente tienen alrededor de 30 distribuidores en Saltillo y entre dos y tres en Monterrey.

También hacen mermelada con las cerezas sin rabo o con algún defecto, pero aptas para el consumo. Han tenido buena aceptación, pues no es común preparalas con este fruto. 

 Múltiples beneficios

  • Son fuente de betacaroteno (vitamina A), pues contienen 19 veces más que otros frutos como los arándanos y las fresas.
  • Son ricas en vitaminas C, E, potasio, magnesio, hierro, ácido fólico y fibra.
  • Tomar una taza de su jugo puede ayudar a disminuir la inflamación de los músculos.
  • Contienen melatonina, una hormona capaz de regular los ciclos de sueño.

 

Variedad favorita:  la rainier, su aspecto no es el típico de la cereza roja, pero su sabor es exquisito.

Mejor recuerdo con el negocio: lo que me hace más feliz es ver cuando florecen los cerezos, es como estar en el paraíso.

Meta a futuro: lo próximo que tengo en mente es rediseñar el empaque, y me gustaría poner unos carritos expendedores de cereza como en Chile.

Helado de vainilla con cereza

Ingredientes

  • 500 g. de cerezas
  • 150 g. azúcar golden caster o azúcar rubia extrafina  
  • Crema de vainilla fresca
  • 300 g. de doble crema, ligeramente batida
  • 1 cucharada de extracto de vainilla

Procedimiento

  1. Coloca la doble crema y la crema de vainilla en una máquina de helados e integra (o congela en un contenedor) hasta que esté ligeramente congelada. Su consistencia debe permitirte revolver las cerezas en la mezcla.
  2. Calienta las cerezas con el azúcar hasta disolver.
  3. Coloca el helado en un contenedor más grande y revuelve las cerezas para crear un efecto rayado. Congela el tiempo necesario.

 Pay de cereza

Porción: un pay de 23 cm.

Ingredientes

  • 250 g. de harina
  • 150 g de almendra molida
  • 110 g. de mantequilla fría
  • Media cucharadita de sal
  • 100 ml. de agua helada
  • 1 kg. de cerezas
  • Ralladura de limón
  • Zumo de medio limón
  • 60 g. de azúcar
  • 1 cucharada de almidón de maíz
  • 1 huevo

Procedimiento

  1. Mezcla la almendra molida, harina y sal en un tazón. Agrega mantequilla fría en cubos pequeños. Integra con las manos o con un triturador. Asegúrate de que la mantequilla no se derrita.
  2. Agrega agua fría poco a poco hasta que la masa se una sin volverse pegajosa. Haz una bola, envolverla en plástico y guarda en el refrigerador.
  3. Para el relleno: lava las cerezas y quítales el hueso. Caliéntalas por 10 minutos junto con el azúcar y la ralladura de limón, detente cuando suelten su jugo. Cuela la mezcla y reserva.
  4. Diluye el almidón con el jugo de limón y vacía en el jugo de las cerezas. Calienta hasta punto de ebullición sin dejar de revolver. Agrega la fruta y mételo al refrigerador.
  5. Divide la masa en dos partes, una más grande. Estira hasta que tenga un grosor de 5 mm.
  6. Engrasa el molde con mantequilla y ajusta la masa en el fondo y los bordes. Coloca el relleno de cerezas.
  7. Estira el resto de la masa y cubre la preparación con ella. Pincela con huevo y espolvorea azúcar.
  8. Precalienta el horno a 180 grados. Coloca en la parte media o baja durante 30 minutos. Deja enfriar completamente antes de cortarlo.

 Mermelada de cereza Blonda 

Porción: 600 ml.

Ingredientes

  • 750 g. de cereza fresca
  • 500 g. de azúcar
  • Jugo de 2 limones (3 cucharadas)

Procedimiento

  1. Lava y retira la semilla de las cerezas. Corta ¾ partes a la mitad, el resto resérvalas enteras.
  2. En una cacerola a fuego bajo coloca las cerezas y el jugo de limón.
  3. Aplasta ligeramente las cerezas con un machacador de papas y deja hervir despacio durante 7 minutos aproximadamente.
  4. Añade el azúcar y calienta a fuego bajo hasta disolver por completo, revolviendo constantemente con la ayuda de una cuchara de madera
  5. Cuando hierva, cuenta 10 minutos.
  6. Retira del fuego,  y vierte un poco, (¼ taza aproximadamente) en la cacerola congelada, pon en el refrigerador y después de 1 minuto revisa si está cuajando (para ello pasa el dedo y comprueba si la mezcla está arrugada y pegajosa). Si no, regresa al fuego y deja hervir por otros 2 minutos. Repite la prueba.
  7. Cuando esté lista llena los frascos pre-esterilizados para conserva y coloca la tapa inmediatamente.

Para esterilizar

  1. Coloca 2 recipientes chicos en el congelador.
  2. Esteriliza los frascos lavándolos con agua caliente y jabón. Llénalos con agua hirviendo y enjuaga o coloca boca abajo en el horno encendido a 140 ºF durante 20 minutos. Déjalos en el horno hasta que la mermelada esté lista. Las tapas también deben esterilizarse en agua hirviendo y dejarse a escurrir.
Frutos recién cortados del árbol, forman parte del tercer viaje que sale a diario hacia Saltillo.
Carolina García

Nació en Saltillo, Coahuila en 1995. Ama la lectura y narrar historias. Es licenciada en comunicación por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila. Participó en las antologías de cuento: “Imaginaria” (2015), “Los nombres del mundo: Nuevos narradores saltillenses” (2016) y “Mínima: Antología de microficción” (2018).