Por qué trabajar la fuerza es importante

Cada época crea y cultiva su propio concepto de belleza de acuerdo con los cánones del momento

Nos citamos a través de Tinder”, una aplicación para conocer gente, en la que puedes saber todo acerca de la persona con la que quieres entrar en contacto: a qué distancia vive de ti, sus gustos, intereses, rasgos físicos y demás. “Todo pintaba muy bien –me comentó Rodrigo, un amigo soltero–. La niña estaba guapísima, vivía cerca de mí, le gustaba el cine, la aventura y la buena comida, según su propia descripción en línea. Nos citamos al día siguiente en un bar cercano y ella aceptó de inmediato.” “La primera impresión fue increíble –continuó Rodrigo–, en realidad cumplía con todo lo prometido. Salimos un par de veces más hasta que me invitó a ver una película en su casa. Como era de esperarse, me acerqué a ella para besarla, la tomé de los brazos y tuvimos un encuentro más cercano. Pero la decepción fue enorme, su cuerpo estaba totalmente flácido: por exceso de trabajo nunca tenía tiempo de hacer ejercicio. Ya sé que suena superficial, Gaby, pero de plano no pude seguir con ella.”

El concepto de belleza física ha cambiado

Cada época crea y cultiva su propio concepto de belleza de acuerdo con los cánones del momento. Si bien, históricamente hemos transitado de los cuerpos rollizos a la extrema delgadez, hoy en día el concepto de lo “atractivo” se basa en tener un cuerpo fuerte, marcado y tonificado, tanto en hombres como en mujeres, sin llegar a la exageración. Es decir que prima una idea que se relaciona con lo saludable. Es un hecho que no hay nada más agradable al tacto que unos brazos u hombros tonificados, porque crean en la mente una fantasía placentera sobre el trabajo físico, la conciencia de sí mismo y un cuidado de la salud que tiene la persona con quien se está.

Esto a su vez responde a la búsqueda más antigua y primaria del ser humano: la conservación de la especie. Cuando no es así, la decepción puede nublar la imagen que nos formamos de dicha persona, tal como le sucedió a Rodrigo. Muchos crecimos con la idea de que hacer pesas era sólo para los musculosos de gimnasio o los fisicoculturistas. Además, se nos inculcó que hacer ejercicio aeróbico era la mejor forma de cuidar la salud. Si bien la mejor medicina preventiva es el ejercicio, muchos descartan el desarrollo de la fuerza casi siempre por razones equivocadas. “Investigaciones científicas modernas demuestran que trabajar con peso –ya sea de una mancuerna ligera o de tu propio cuerpo– puede ser el mejor ejercicio para el óptimo funcionamiento físico a lo largo de la vida”, comenta el doctor Timothy Church, director del Pennington Biomedical Research Center.

¿Cómo el ejercicio con peso impacta tu salud?

Ayuda a tu postura y a perder grasa. Contrarresta la pérdida de masa ósea. “Entre más sedentario seas, tus huesos se harán más débiles”, comenta el doctor Joseph Mercola, especialista en medicina funcional. Lo mismo sucede con los músculos, que sin tonificación facilitan las caídas y rupturas de huesos y propician un posible deterioro. Reduce la inflamación. Esto, como sabemos, es el origen de la mayoría de las enfermedades crónico-degenerativas. Reduce el riesgo de síndrome metabólico. Lo anterior no es más que un cúmulo de condiciones (cintura amplia, triglicéridos elevados, bajo hdl –que es el colesterol bueno–, presión alta y elevada azúcar en sangre), lo cual, en conjunto, eleva las probabilidades de adquirir diabetes tipo 2 y padecimientos de corazón, como afirma Mercola. Te vuelves más sano y tu atractivo no quedará sólo en una primera impresión…, entre otros muchos beneficios.

Gabriela Vargas

Empresaria, conferencista a nivel nacional e internacional, primera asesora de imagen de México, comunicadora en prensa escrita, radio y televisión, esposa, madre de tres hijos y abuela de ocho nietos.