El único sonido que percibes es el goteo del agua que durante miles de años ha caído lentamente para formar los espeleotemas, así como el aleteo de los murciélagos colgados al techo de la cueva semiinundada.
Al estar dentro de esa maravilla y escuchar las explicaciones de Gonzo, nuestro guía, al hablar con tal pasión, no puedes más que reverenciar la magnanimidad y belleza de la naturaleza. Impresiona ver aquí abajo las raíces delgaditas de los árboles del exterior que se filtran y se unen a través de huecos entre la piedra caliza para absorber el agua.