MUJERES: ¿BUENAS PAL’ PETATE Y EL METATE?

Mujeres: ¿Buenas pal’ petate y el metate?

¿Cuántas mujeres de hoy en día las cuales llegan al matrimonio como Dios manda, para decirlo en jerga de mis padres, se dedican todo el tiempo a las labores del hogar, entendido lo anterior como una gran porción de tiempo dedicadas a la cocina, al fogón familiar? No lo sé, pero si es aún un amplio porcentaje a las cuales también se les sigue exigiendo aquello que se conocía como un estribillo popular, un aforismo el cual habitaba el imaginario colectivo mexicano: “las mujeres deben de ser buenas pal’ petate y el metate.” Es decir, como un determinismo social y cultural, deben de funcionar muy bien como cocineras y estar siempre disponibles para el tálamo ya casadas. Lo repito, lo anterior sigue funcionando en cualquier estrato de la sociedad contemporánea. No es privativo de alguna clase o estamento social de la difícil y ardua pirámide en que aún seguimos jerarquizados y estigmatizados en este país de chocolate que habitamos.

El anterior liminar y a vuela pluma, viene a la ocasión porque leyendo un libro como quien planea como pájaro en la árida planicie he dado con la siguiente estructura social de la gastronomía y vida cotidiana, pero prometo abordarlo puntillosamente. Es la famosa novela de Manuel Payno, “Los bandidos de Río Frío” (Editorial Porrúa), donde he venido anotando las citas gastronómicas, alimentos y bebidas y junto con ello, todo el entramado social de la época y su delicada imbricación en la cultura misma del siglo XIX mexicano. Recuerde usted que esta novela es de 1891. Y vale la pena platicar el contexto con el cual di con ella. Tengo dos ediciones de los famosos “Pensamientos” del escritor, teólogo y científico Blaise Pascal. Pero, necesitaba cotejar las traducciones con la de Porrúa y sobre todo, leer las aproximaciones críticas sobre Pascal, por parte de los filósofos y escritores Françoise Muriac y Hans Küng, nada más y nade menos.

Oteando aquí y allá en el atestado librero de todo “Sepan Cuántos…” en la librería de Monterrey, N.L. pues se me antojaron varios títulos y en verdad, como soy mal lector de los escritores mexicanos, me decidí por dos o tres volúmenes, entre ellos el de Manuel Payno. Grato, grato libro y su lectura. Ya me estoy acabando el espacio, pero luego le presentaré una estampa más dilatada al respecto. En “Los bandidos de Río Frío” hay un personaje, Pedro Martín de Olañeta en el cual don Payno se regodea en presentar sus comidas y alimentos, por lo cual y luego por contraste, las compara con lo que comía el grueso del “pueblo”; al hacerlo, nos regala una estampa social y estructural precisamente, sobre la diferencia de comidas y alimentos entre los ricos y pobres. Don Martín de Olañeta almorzaba arroz blanco, un buen lomo de carnero o asado, sin faltar mole, frijoles refritos, y claro, un generoso vaso de pulque. Ojo, es almuerzo de un mexicano pudiente de finales del siglo XIX. ¿La comida? Caldo con limón y chiles verdes, sopa de fideo y de pan, un puchero de res con calabacita de Castilla, albóndigas, torta de zanahoria, postre de leche y un vaso de agua. ¿En la tarde? Pues no, no podía faltar el chocolate a las seis en punto. ¿Lo notó? No hay en este régimen alimenticio lo que comían los mexicanos de la calle brava: la vitamina “T” famosa: tacos, tortas y tamales. No hay tortillas, quesadillas, pambazos, chalupas, garnachas y un largo, largo etcétera del imaginario culinario que todos hemos frecuentado en nuestra vida como buenos glotones que somos.

¿Y para ser una buena mujer para el matrimonio, el famoso petate mexicano? Sí. Manuel Payno en este mismo libro y en “Memorias sobre el matrimonio” le recomendaba a las féminas les prepararan a sus maridos un guisado de nueva creación, dulces sabrosos; que se prepararan arduamente para cocinar alimentos a la francesa y comida italiana y sostenía que mujer que no supiera cocinar buenos frijoles… era sinónimo de una “pésima esposa.”

¿Ha cambiado lo anterior? Con variantes, le aseguro que no estimado lector. Lea el par de libros, muy buenos.

EL AUTOR

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.

Jesus R. Cedillo

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.