LA MAMÁ PERFECTA SÍ EXISTE

MARIANA CABELLO

La mamá perfecta sí existe y el que diga que no es porque no ha considerado los factores correctos para otorgarle dicho nombramiento, quizás ni ellas mismas se consideran acreedoras al título; sin embargo, es inaudito no reconocérselos.

La mamá perfecta es aquella que, al saber que en su vientre crecía una vida, se asustó, lloró y se estremeció por la gran responsabilidad que se avecinaba. También lo es aquella que con mucha ilusión, amor y estabilidad lo esperaba.

La mamá perfecta es la que alimenta a su bebé con leche materna, la que tiene muy bien estructuradas sus rutinas y no lo embracila tanto. También lo es aquella que le da el biberón a medianoche, la que se levanta y duerme con él durante el día y sus brazos son la única forma de calmar su llanto.

La mamá perfecta es la que se queda en casa a cuidar de su bebé. También la que sale a trabajar todas las mañanas y lo lleva a guardería.

La que en las tardes sale a jugar al parque, la que le compra muchos juguetes, la que no le alcanza el tiempo y lo hace en fin de semana.

La que los lleva a clases de natación, de baile y futbol; también la que los deja andar en bicicleta y jugar pelota con los vecinos.

La que no les presta el iPad a la hora de la comida y la que, con los aparatos electrónicos en la mesa, toma su café con tranquilidad.

La que los tuvo joven y tiene toda la energía por delante; la que los tuvo más grande y tiene más experiencia y paciencia.

La que les puede dar todo económicamente hablando y la que tiene más limitaciones y hace más sacrificios.

La mamá perfecta sí existe y es aquella que, con todo su amor, su esfuerzo y su entrega, busca el bienestar de sus hijos a sus posibilidades y circunstancias, la que cambió sus sueños por los de alguien más, la que cuida, abraza, enseña; la encargada de dar fortaleza, de guiar y formar.

El trabajo de una madre nunca termina, no hay reglas, ni horarios, ni manuales, ni fórmulas. Todo lo que se hace es a base de instintos, de sentimientos y uno que otro consejo y, aunque podemos mejorar y aprender con base en las experiencias, siempre seremos la madre perfecta, aún con todos nuestros errores e imperfecciones. Bueno, así lo considero yo, que veo a mi madre como la mejor mamá que me pudo tocar.

¡Feliz día de las madres!

Mariana Cabello

Mujer apasionada por encontrar un propósito en la vida. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Enamorada de las letras y del sentimiento que provoca el transmitir ideas, expresiones y conocimientos.