¡GRAN NOTICIA CULINARIA PARA COAHUILA!

JESÚS R. CEDILLO

Hace unos días, de hecho iniciando la primera semana de este mes de diciembre, el cual ya se escapa entre las manos, la Real Academia de la Lengua Española (la de España) anunció la inclusión en su Diccionario de 2,500 nuevas palabras y términos. Muchas de estas palabras tienen ahora que ver con la maldita pandemia y todo lo que nos rodea y la rodea. Dejamos para  otro tiempo y espacio el abordaje de ello. Lo que tiene que ver con el motivo de esta columna culinaria es lo siguiente: la RAE incorporó el “Nacho” como término y palabra plena y de uso en el idioma español.

Sí, estimado lector, es lo que piensa: son los famosos “Nachos”, esa botana mexicana infaltable en bares, buenos restaurantes, o bien y de plano en puestos callejeros, o los llamados “Snacks” de comida rápida y a bote pronto. Los “Nachos” famosos que todo mundo hemos comido al menos una vez en la vida (para muchos es su comida o botana diaria). Pues bien, decir “Nacho” es decir, según la RAE, “trozo triangular de tortilla de maíz, típico de la cocina mexicana, que, frito, se toma como aperitivo, generalmente acompañado de salsas espesas”.

¿Está usted de acuerdo con la definición de los ibéricos? ¿Le falta o le sobra? ‘Hay que ponerle más crema a los tacos, o bien fue mucha salsa y no es para tanto el guiso? ¿Lo notó? Claro que usted entendió lo anterior. Los mexicanos usamos los giros culinarios en nuestra comunicación cotidiana y sabemos de lo que estamos hablando cuando expresamos un tipo de jerga o modismo como lo anterior. Y claro que usted también lo sabe, de los “Nachos” se presume su paternidad en nuestro estado, en Piedras Negras, específicamente, allá por 1943, cuando bramaba la Segunda Guerra Mundial en Europa y alcanzaba su flagelo a casi todo el mundo.

Cuenta el mito, la leyenda y la historia que llegaron unas damas gringas encopetadas a un centro de reunión en Piedras Negras. Los bastimentos escaseaban y ese día ya se había dado cuenta de todo, de casi todo. El cocinero Ignacio Anaya García tuvo que improvisar sobre la marcha y en cuestión de minutos, para dar algo qué comer a aquellas encopetadas damas, las cuales querían alimentos en su mesa. Agarró unos trozos de tortilla de maíz, les puso queso, los metió al horno y al sacarlos les añadió el infaltable toque mexicano: les puso arriba rajas de chile. Así nacieron los ya mundialmente conocidos “Nachos”, y ahora ya reconocidos como término, como palabra plena y de uso cotidiano en el español. Todo, con origen en este estado de Coahuila.

¿Qué debe de llevar a su juicio un buen “Nacho”, una charola de buenos “Nachos”? Empiezan las dificultades. Hay tantos tipos de “Nachos” bien preparados, como tantas familias de chefs y cocineros hay diseminados a lo largo de Coahuila y, claro, en todo el país. ¿Con dos o tres quesos, de qué tipo el queso, con elote arriba o sin él, con un toque de chorizo, o bien con tocino en trozos, con crema o sin crema, con qué tipo de chiles, con jalapeño o bien con chile de árbol, con un toque de rodajas de aguacate o sin él? Puf, las variantes son infinitas.

Ya hay una buena polémica internacional al respecto, porque el platillo se lo quieren quedar en… Estados Unidos y lo quieren identificar como un “snack Tex-Mex”. Mientras tanto aquí, la Secretaria de Turismo, Azucena Ramos, y la Secretaria de Cultura, Ana Sofía García Camil, pues sí, ejerciendo de “empleadas virtuales.” Ajenas al mundo que evoluciona. Puf.

Jesus R. Cedillo

Escritor y periodista saltillense. Ha publicado en los principales diarios y revistas de México. Ganador de siete premios de periodismo cultural de la UAdeC en diversos géneros periodísticos.