Samsung anunció que lanzará su costoso y problemático Galaxy Fold, que será el primer teléfono plegable en llegar al mercado.
El Fold, que se abre como un libro, saldrá a la venta en Corea del Sur el viernes 13 de septiembre. Después entrará al mercado en otros países, incluidos Francia, Alemania, Singapur, Reino Unido y Estados Unidos, aunque Samsung no especificó exactamente cuándo llegará el teléfono a esos mercados.
El teléfono plegable Fold tendrá un costo de 1,980 dólares. Lo novedoso de este teléfono inteligente de 11.7 pulgadas es que al abrirlo se convierte en una tableta de 7.3 pulgadas. Pero los revisores se quejaron de varios problemas, incluidas las bisagras defectuosas y las pantallas rotas, después de confundir la película protectora del pliegue con un escudo desechable y quitarlo.
Samsung anunció ajustes en el diseño del teléfono. Fortaleció el área de bisagras del teléfono y extendió la capa protectora superior para que sea más obvio para los usuarios que no se debe quitar. La compañía también agregó tapas para proteger la parte superior e inferior de la bisagra del teléfono.
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La compañía, la mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo. ha trabajado para recuperar la confianza del cliente después de su fiasco Galaxy Note 7 en 2016. Millones de esos dispositivos fueron retirados del mercado debido a informes de explosión de baterías. Más tarde, Samsung detuvo la producción y las ventas de ese teléfono.
Los consumidores probablemente dudarán en comprar el Galaxy Fold debido a su alto precio y los primeros informes de pantallas rotas. Pero agregó que es poco probable que afecte la reputación de Samsung o su posición en el mercado, ya que no hay mucha demanda de dispositivos plegables en este momento.
El nuevo teléfono de Samsung se enfrentará cara a cara con el teléfono plegable del fabricante de teléfonos inteligentes rival Huawei. Se espera que la compañía tecnológica china lance su Mate X de 2,600 dólares a finales de 2019.
Samsung también está lidiando con problemas en su negocio de chips de memoria. La demanda mundial se ha desacelerado y una disputa entre Japón y Corea del Sur amenaza con restringir el suministro de productos químicos que Samsung necesita para fabricar semiconductores.
