FOTOS CORTESÍA
En compañía de sus seres queridos y siguiendo medidas sanitarias, Adriana Cuellar Ramos celebró su cumpleaños el sábado 1 de agosto con una reunión en su casa, donde se reencontró con amigas que no veía desde que empezó la contingencia.
En este día especial, Adriana recibió flores y libros que se moría de ganas por leer. Pero el momento más emotivo fue cuando llegaron sus invitados, “teníamos mucho tiempo sin vernos y por fin estábamos juntas otra vez”, expresó.
Se siente muy agradecida de las oportunidades que le han dado sus papás, pues gracias a ellas ha aprendido y se ha formado como persona, y de sus amistades, porque le hacen muy feliz y le apoyan en todo.
Ella y su mamá organizaron el evento. Colocaron dos mesas y las decoraron; para evitar riesgos, lavaron y desinfectaron los platos, vasos y cubiertos de cada invitado.
“Las papas las embolsamos para que cada quien tuviera las suyas propias y no tener que agarrar de un plato. Cada quien tenía un termo y le pusimos su nombre. En las mesas pusimos antibacterial. Mantuve el festejo entre poca gente”, explicó.
Al momento de soplar las velitas de su pastel, Adriana pidió poder ver pronto a sus amigos de la universidad.
“Me hubiera encantado poder invitar a más amigas y amigos para poder estar con ellos también. Extrañé a todos la verdad, pero creo que a los que más son a mis amigos que son de otro estado”.