Especialistas
/ 13 julio 2025

SOLEDAD, MATERNIDAD.

Desaparecida, y sin tiempo de poderme dar para escribir sobre esto que tanto amo, esto que es mi pan de todos los días, esto que me da tanto, pero me quita mucho a la vez; esto que me da amor, cariño, lecciones, aprendizaje, paciencia. Pero que me quita tiempo, energía, y a veces hasta ganas: LA MATERNIDAD.

Últimamente he estado y me he sentido atrapada en un pequeño agujero, no tan profundo como en otras ocasiones, pero sí un agujero del cual, sí, siempre logro salir, y de pronto me vuelvo a hundir, y creo que en realidad ESO ES la maternidad. Es esa montaña rusa, ese cambiazo de emociones, y esos momentos de sentirnos hasta abajo, y al día siguiente hasta arriba. Este mismo agujero del cual muchas veces he logrado salir con ayuda de otros. Pero ese, creo yo que es el principal problema, esa dependencia, esa dependencia por salir única y exclusivamente con ayuda de los demás.

Y es que tú, mamá, que me estás leyendo estoy segura que puedes coincidir conmigo cuando digo, la maternidad es, y siempre será en gran parte: solitaria. Por más que vivas rodeada de 1, 2 o hasta 4 hijos, un esposo, una familia y amigas, al final del día todos tienen y deben de regresar a sus propias vidas y realidades. Y aquí es cuando la soledad comienza a arrasar con tu compañía. Pero, aquí la cuestión ¿qué tal si en lugar de ver la soledad como algo malo, algo negativo, como hemos sido enseñadas y enseñados toda nuestra vida, podemos ver la soledad como algo no tan perjudicial en algunas ocasiones? Podemos verla como una oportunidad para pasar más tiempo con nosotras mismas y nuestros pensamientos, y así mismo poder confiar en estos pensamientos y crearlos en pensamientos de calma y de paz. Trabajar en nosotras y nuestra mente. Porque si lo vemos como una realidad, finalmente todas las madres terminamos viendo por nosotras y por nuestros hijos: por que estén bien, felices, sanos y que no les haga falta nada, poderles dar lo mejor y la mejor versión de nosotras mismas. Al final del día todas nos terminamos enfocando única e exclusivamente en una cosa; nuestra propia maternidad. Es la realidad. Y al final del día, la única persona que podrá sacarte de ese hoyo, tan profundo como pueda estar y como te puedas encontrar; ERES TÚ y debes, de ser tú.

Historias 360