La vida está conformada por etapas, cada una de ellas tiene su encanto, su magia y nos encontramos como protagonistas de grandes historias.
Al echar una mirada al pasado, vamos reviviendo momentos únicos e irrepetibles, llenos de risas, lágrimas, cicatrices, aprendizajes, triunfos, logros y mucho más.
Recuerdos que se quedan atrapados en nuestra memoria, en el corazón, y otros tantos que se esfuman y desaparecen porque sí.
Instantes entrañables que nos marcan, que nos hacen ser quienes somos y que construyen nuestro futuro.
Junto a esas vivencias encontramos a personas que nos acompañan en cada paso. No siempre permanecen a nuestro lado; sin embargo, son piezas de nuestro rompecabezas de vida.
Así es la historia que me llevó a recordar mi niñez, mi adolescencia y mi juventud. También a reencontrarme con esas emociones y sentimientos que solo se viven una vez, y a agradecer el tener a mi lado a la persona que ha sido mi confidente por más de 28 años.
“El baile de las luciérnagas” es una emotiva novela escrita por Kristin Hannah, que relata el encuentro de dos almas muy distintas entre sí, pero conforme pasa el tiempo se vuelven una sola.
Y es que la amistad es un tesoro que se encuentra por casualidad. Sin embargo, hay muchos que no son lo suficientemente fuertes para continuar y permanecer, sortear las adversidades, resistir al paso de los años, a las distintas elecciones de vida y a los tiempos de cada persona.
Y qué fortuna poder aventurarte en este relato y pensar en esa persona tan especial que el destino un día te presentó y que jamás soltaste de tu mano.
Un relato con mucha hermandad, humanidad, evolución, comprensión y conexión.
Con experiencias que nos demuestran que la vida va transcurriendo de muchas formas y que el contar con grandes personas a nuestro lado es enriquecedor y alentador.
Porque, conforme crecemos, los obstáculos, pláticas y problemas se van haciendo más complicados que aquellas tardes de bicicleta y noches de fiesta. Y un hombro sincero para recargarse siempre vendrá bien.
Seamos buenos amigos, no importa cuán diferentes sean los sueños y los planes. Si el corazón vibra a la misma sintonía, el universo hará su parte.
Y como dicen: “los buenos amigos se cuentan con los dedos de una sola mano”; pero si son como Tully y Kate (las protagonistas de la historia) sobra y basta.
P.d. En Netflix ya se encuentra disponible la serie de esta maravillosa historia. Sin embargo, te recomiendo que hagas tuya cada frase del libro.