La capital de Argentina es una de las ciudades más interculturales de América Latina
Si quieres visitar un destino en América y aún no decides cuál, te recomendamos ir a Argentina y maravillarte con su capital. Buenos Aires es una urbe con estilos arquitectónicos de distintos países del mundo: Francia, Alemania, España, Italia e incluso Rusia dejaron un pedazo de su cultura en sus calles. La ciudad se divide en 48 barrios, algunos con mayor influencia de una nación o de otra. Aquí te dejamos siete lugares que deberías conocer de esta ciudad:
1.- El Obelisco
Es el mayor emblema de la ciudad. Se construyó para recordar el cuarto centenario de su fundación, en 1936. Es obra del arquitecto Alberto Prebisch. Se ubica en el sitio donde fue izada por primera vez la bandera nacional en la ciudad: la intersección de la avenida 9 de julio y la calle Corrientes. Igual que ocurrió con la Torre Eiffel, durante sus primeros años el Obelisco fue rechazado por los habitantes e incluso se pedía su demolición.
2.- El cementerio de la Recoleta
Ubicado en el barrio de la Recoleta (al que debe su nombre), antiguamente era un convento de monjes. Es visitado por sus numerosos e imponentes mausoleos y bóvedas. Aquí descansan figuras importantes de la historia argentina como Eva Perón. Sus estructuras arquitectónicas son un vestigio de los tiempos en los que Argentina era una potencia emergente, pues las familias más ricas construían pequeños palacios donde descansaran sus familiares fallecidos. Más de 90 de sus bóvedas han sido declaradas Monumento Histórico Nacional.
3.- La Plaza de Mayo
Su nombre es un homenaje a la Revolución del 25 de mayo de 1810, que inició a la guerra de Independencia argentina. Es la más antigua de Buenos Aires y es escenario de los acontecimientos políticos más importantes de la historia de Argentina. A su alrededor se encuentran otros edificios históricos y gubernamentales: el Cabildo, la Catedral Metropolitana, la Casa Rosada, el Palacio de Gobierno de la ciudad, bancos y ministerios. Desde 1977 se reúnen aquí las Madres de Plaza de Mayo, quienes reclaman justicia y la búsqueda de sus hijos desaparecidos durante la última dictadura militar.
4.- La Casa Rosada
Erigida en 1580 es la sede del Gobierno Nacional. En ella han residido virreyes españoles, autoridades gubernamentales y los presidentes más recientes. El edificio es la fusión de dos construcciones anteriores: la sede presidencial y el Palacio de Correos. En 1882 el mandatario Julio Argentino Roca solicitó un proyecto de ensanche y reparaciones que los uniera. El arquitecto designado a la tarea fue Francisco Tamburini (quien se encargó también del proyecto original del Teatro Colón) y finalizó las labores en 1890. El único presidente que vivió en ella fue Roque Sáenz Peña, entre 1910 y 1914.
5.- El Jardín Japonés
En 1967, el emperador japonés Akihito y su esposa Michiko visitaron el país. Así que el gobierno argentino decidió construir el jardín estilo japonés más grande fuera del país asiático. Colocaron bonsais, azaleas, kokedamas, orquídeas y faroles, además de una Casa de Té (Chashitsu). Además, alberga un centro cultural, un restaurante de cocina japonesa, una tienda de artesanías y un vivero donde se pueden comprar plantas y alimento para los peses del lago. También se celebran tradiciones japonesas como el Tanabata, tradición basada en una leyenda sobre dos amantes que sólo pueden verse una vez al año: el 7 de julio.
6.- La Calle Florida
Es una de las calles peatonales más grandes del mundo. Aquí se concentran los negocios más importantes de la ciudad. Puedes encontrar desde librerías, tiendas de ropa, de víveres, de aparatos electrónicos, entre otras. La calle data de 1582, desde entonces aparece en el trazado de la ciudad; pero pasaría por varios cambios de nombre. Primero se la conoció como San José y después de 1807 como Baltasar Unquera. Finalmente, en 1814 se la bautizó como Valle de la florida, en conmemoración de la victoria contra los realistas en el Alto Perú.
7.- La Floralis Genérica
Es una escultura de más de 20 metros de alto y se ubica en la plaza Naciones Unidas. Fue donada a la ciudad de Buenos Aires por su autor, el arquitecto argentino Eduardo Catalano. Está hecha de acero inoxidable y aluminio. Es la primera escultura controlada por un sistema hidráulico y células fotoeléctricas. Los pétalos se abren durante el día y se cierra en la noche. Se le nombró “Floralis Genérica” en honor a todas las flores.
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