ATERRIZANDO LO APRENDIDO DE MI 2019

“Es necesario cerrar capítulos de la vida para poder escribir nuevas historias”

Carl Jung

En ocasiones sentimos temor de mirar atrás y ver los proyectos inconclusos, los fracasos o las cosas que dejamos a medias. Nos parece difícil aceptar que no cumplimos esa dieta, que no perseveramos en ese proyecto que parecía tan importante o que postergamos la limpia del closet. Tantas cosas que pudieron haber sido, y se quedaron en la intención, pero no en los hechos.

Para lograr nuestra paz interior y recibir el año nuevo de la mejor forma, debemos reflexionar las bendiciones, lo que nos marcó, lo que nos detuvo y lo que aprendimos. Detenernos a mirar conscientemente lo que vivimos a fondo y nos hizo crecer este año. Es necesario mirar nuestras propias alegrías, sombras, dolores, aprendizajes, y ver lo que hemos estado viviendo, sintiendo y reflejando. Tendemos a ver las cosas como somos. Nuestra percepción es también un reflejo de cómo nos vemos a nosotros mismos, es decir, si vemos negatividad, reflejaremos negatividad y veremos cosas negativas en los demás. Así que ¿Te gusta la persona que eres? ¿Te sientes satisfecho con la forma en la que viviste este 2019? ¿Qué reflejaste? ¿Cómo lo viviste? ¿Qué cosas quisieras cambiar a partir de hoy? De eso que no te gustó, ¿Qué aprendes y decides hacer diferente ahora?

Reflexionar mes a mes lo que aprendimos nos ayuda a comenzar el año que viene con fuerza. Este repaso nos ayuda a analizar cuáles fueron nuestras actitudes con las personas que compartimos, a quién nos falta agradecer que nos acompañó en esos buenos o malos momentos. El hacer “nuestros” esos aprendizajes nos generan agradecimiento, confianza en nosotros mismos, compromiso y responsabilidad.

Te invito a reflexionar mes a mes con qué te quedas ¿Qué vivencias te marcaron? ¿Qué agradeces? ¿Qué aprendiste? De esa forma verás de forma concreta qué pasó en este 2019. Lo reconoces, lo miras, lo agradeces y lo dejas ir, quedándote con las experiencias en tu interior. Atrévete a escribirlo en un papel, eso ayuda a que tu cerebro lo digiera y de forma inconsciente cierre esos eventos. Puede ser una vivencia, viaje, plática, convivencia, aprendizaje, persona, etc. No hay algo definido, pero intenta recordar algo que viviste en ese mes. Si puedes recordar a mayor profundidad que aprendiste o con que te quedas, maravilloso.

Al terminar de escribir/meditar esas personas, eventos, aprendizajes… escribe para ti alguna de estas afirmaciones para cada mes y léelas desde el fondo de tu corazón y a consciencia de cada palabra.

– “Gracias enero, porque me diste ___________ y me permitiste ___________”

– “Gracias febrero, porque aprendí___________,  esto que viví me hizo _________”

– “Gracias marzo, me llevo profundamente esto __________”

– “Gracias abril, _____________ me siento __________ de esta experiencia”

– “Gracias mayo, porque tuve la oportunidad de _________________”

— “Gracias junio, porque pude realizar esto en familia __________________”

– “Gracias julio, por esta experiencia que viví _________________________”

– “Gracias agosto, me siento feliz de haber experimentado __________________”

– “Gracias septiembre, ______________________________”

– “Gracias octubre, por las oportunidades de convivir con ____________________”

– “Gracias noviembre, por estas dificultades _______________ pero que me hicieron crecer en _____________________”

– “Gracias diciembre, _____________________________, hoy tomo todas las experiencias que he aprendido en este año, todos los gozos y dolores y me quedo con todo lo que me nutre. Gracias de corazón por este mes, este año y todo lo que me hizo más feliz, las oportunidades de hacer el bien y poder trabajar en mejorar la versión de mí mismo. Gracias 2019 también por cada momento, doloroso o gozoso, porque me hizo más fuerte y en su más firme propósito me ayudó a trabajar por mí y para mí. Me perdono por lo que en cada uno de estos meses me lamento o no pude hacer de la mejor manera. Me perdono por los olvidos, silencios y faltas de amor. El hubiera no existe, hoy decido tomar mi presente y suelto lo que ya no es mío”.

El visualizar todo lo que recibimos, desde contemplar un atardecer, las oportunidades que tuvimos, el dolor, lo que trabajamos, las personas que amamos, a los que pudimos ayudar… nos conecta con nuestra sensibilidad y abre la puerta del agradecimiento. Perdónate por cada cosa que no hiciste y reconoce que ya no es, pero que hoy tienes otro día, otro mes, y viene otro año y junto con el, una nueva oportunidad para dar eso, vivir eso que tanto anhelas y dejar de postergar tus sueños.

   “Se agradecido por lo que tienes, terminarás teniendo más. Si te concentras en lo que no tienes, nunca, nunca nada te será suficiente” Anónimo