FOTOS LUIS MELÉNDEZ, IRAM LÓPEZ Y GERARDO CHÁVEZ
Cuando la persona indicada llega a tu vida, es inevitable querer pasar el resto de tus días a su lado, así es el caso de Roci Chapa y Leonardo González, quienes decidieron unirse en matrimonio el pasado 21 de noviembre.
Después de 9 años de conocerse, la pareja tomó la decisión más importante de sus vidas al decir “sí, acepto” frente a todos sus invitados en la ceremonia religiosa. Terminando, celebraron una recepción digna de un cuento de hadas en Casa de Arriba.
Los invitados empezaron a llegar al lugar a las 5:30 de la tarde, fueron recibidos por el personal y pasaron a un pequeño cocktail de bienvenida, donde pudieron disfrutar de música en vivo, bebidas y snacks antes de la gran fiesta.
Alrededor de las 7 de la tarde, todos pasaron a sus mesas y se les repartieron luces de bengala para recibir a los novios. Roci y Leonardo entraron por un hermoso pasillo adornado de plantas y flores, y caminaron directamente a la pista, haciendo su bienvenida, bailando y disfrutando del momento. Así, la pareja festejó el inicio de una vida juntos.
Highlights
El día de la boda de Roci y Leo, los abuelos paternos de la novia habrían cumplido 72 años de casados, pero cuatro días antes su abuelo, Amado Chapa, subió al cielo. La novia llevó en su ramo una foto de ellos, del día en que se casaron.
Roci usó una medalla de la Vírgen, la misma que llevaron su mamá y su abuelita materna en sus bodas.
También le ofreció su ramo de flores a la Vírgen, mientras le cantaba una canción que ella compuso.
Roci y Leo fueron unidos por tres lazos: el de ellos, el de los papás de la novia y el de los padres del novio.
Durante la cena, cada uno de los invitados recibió una carta por parte de los novios, personalizada y escrita a mano.
La novia bailó el vals con su papá, Mario Chapa, y sus hermanos, Mario y Rodrigo Chapa.
Las madrinas de lazo fueron su abuela materna, Luly de Alvarado, y su abuela paterna, Toñita de Chapa.
Lily Ruiz y Brenda Treviño cantaron los salmos en la misa.
Roci recibió su anillo de compromiso en la Basílica de Guadalupe, pues Leo consiguió un permiso especial para acceder a una zona a la que pocas personas pueden entrar, como los obispos y el Papa.