Las vacaciones se vivieron con energía, creatividad y muchas sonrisas en los campamentos de verano organizados por el Club Deportivo San Isidro, el Club Campestre y el Club Chibidú, tres espacios donde los más pequeños pasaron días llenos de aventura.
En San Isidro, los niños y niñas disfrutaron de actividades deportivas como futbol, básquetbol, tenis y pádel. Cada jornada fue una oportunidad para aprender, competir y, sobre todo, hacer nuevos amigos.
Por su parte, el Club Campestre apostó por una experiencia en la naturaleza con la esperada lunada. Los niños instalaron sus casas de campaña y compartieron una noche mágica bajo las estrellas. Además, participaron en un rally que puso a prueba su destreza y trabajo en equipo.
En Chibidú, los pequeños se sumergieron en el mundo del arte haciendo diferentes manualidades. Además, participaron en una dinámica con Big Vang: cada uno dibujó su personaje o escenario favorito y, gracias a una inteligencia artificial, sus creaciones cobraron vida en versiones más realistas y sorprendentes.
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