La Galería Bernardini difunde la obra de los artistas mexicanos y promueve la compra de arte.
Por: Carolina García
Diego Bernardini Borja creció en una familia comprometida con la promoción del arte y la cultura y desde hace nueve años creó la Galería Bernardini para difundir la obra de los artistas.
A través de la galería, apoya tanto artistas muy reconocidos como a quienes recién empiezan su carrera, y fomenta así la compra de arte en el país por medio de subastas presenciales y en línea.
“Nuestra otra parte de la misión es el sembrar una semilla del coleccionismo, que la gente compre un cuadrito de tres, cuatro, cinco mil pesos que es lo que uno se gasta en una cena con un vino.
“Pero el cuadro es una inversión. Es un patrimonio. Cada año el artista sube el currículum, mejora su carrera, sube sus precios”, explicó Bernardini Borja.
Las subastas en México son cada vez más escasas, pero la necesidad del ser humano por el arte no desaparecerá. De acuerdo con Bernardini Borja, existen estudios psicológicos que demuestran los beneficios de ser dueño de obras de arte.
“Estás más feliz con arte bonito, que sin arte no estás tan contento y si estás en tu casa y en tu oficina viendo algo que te gusta con vida, color, estás más feliz. Es psicológico. Hay estudios y está comprobado”, afirmó.
La otra parte del trabajo es encontrar a los artistas, ubicar las obras con un valor no sólo económico, sino estético. Buscan vida, color y alegría, elementos que les permitan conectar con el comprador.
“Nos encuentran y los encuentro y los busco y me buscan, no hay fórmula. Se van dando las cosas, es un proceso muy interesante y son como relaciones de amigos o novias. Con unos duras, un año, con otro cinco años, con otro diez”, explicó.
El precio de la obra se determina por diversos factores. El artista decide una cifra, luego un valuador analiza el mercado y la demanda para señalar el valor mínimo al que saldrá a la venta y un estimado de hasta dónde puede llegar.
“Ése es nuestro trabajo, nuestro granito de arena es cultivar que coleccionen y que inviertan en algo bueno”, expresó.
A veces las obras no alcanzan sus estimados, otras los duplican o triplican, dependerá de los coleccionistas y qué tanto desean adquirir la pieza. Sin embargo, debido a la tecnología, la gente ha comenzado a comprar directamente a los artistas.
De acuerdo con Bernardini, tener un intermediario en el proceso es indispensable y beneficioso para ambas partes.
El comprador contará con asesoría especializada para encontrar la obra que mejor se adapte a sus necesidades. Mientras el artista podrá dedicarse por completo a su labor sin preocuparse por promocionar o gestionar sus ventas.
Además, comprar a través de subastas tiene otros beneficios. Los precios de las obras suelen ser más bajos a las ventas normales y todas cuentan con certificaciones legales de autenticidad. Esto facilita una venta a futuro, cuando el valor suba.
La mayoría de las subastas organizadas por la Galería Bernardini son a beneficio de asociaciones y fundaciones. Han apoyado a Cáritas, la Asociación Civil Vida y Familia (VIFAC), Nuevo Amanecer y Destellos de Luz.
La galería también llevó a cabo la subasta a beneficio de la Cruz Roja en Saltillo el miércoles 27 de noviembre. La cual Bernardini describió como uno de los eventos más inolvidables pues se logró una sinergia con los coleccionistas de arte y artistas locales.
“Tuvimos casa llena y estuvo muy buena la respuesta, hubo buenos resultados y buenas ventas”, dijo.
A lo largo de su carrera, la galería ha recibido a famosos empresarios y artistas, incluyendo a la directora de orquesta Alondra de la Parra.
Sus trabajadores, como el martillero Alejandro Beraza, también han tenido la oportunidad de participar en subastas de experiencias con personas como Antonio Banderas y Felipe Calderón.
De acuerdo con Bernardini, se deben tener en la mira a jóvenes talentosos y artistas consagrados que seguirán subiendo como Rafael Coronel, Francisco Toledo, Fulgencio Lazo, Ixrael Montes, Marcos Sánchez, Damián Lescas, Manuel Miguel y Miguel Ángel Morales.
La Galería Bernardini cuenta con seis sucursales, dos en Monterrey, dos en Ciudad de México, en Mérida y Querétaro. Próximamente abrirán sus puertas en San Miguel de Allende.