“¿Como dices?” “Estemm, no entiendo”
Toda persona con la que tocaba esta frase en consulta en estas últimas semanas, se quedaban con el ojo pelón. “¿Como dices?”, “¿Perdón?”, “Estemm no entiendo”. Esta analogía surgió gracias a una frase que recuerdo de las abuelas que decían que entre más al pendiente estuvieran de los frijoles, menos se cocinaban. Y resulta que eso mismo aplica para los problemas de la vida. Nosotros debemos estar enfocados en el problema y no quitemos la vista de encima. Muchos podrían pensar que esta es la forma adecuada de trabajar un conflicto. Pero no.
Resulta que uno de los motivadores más influyentes de estos últimos años, Joe Dispenza, enseña en sus cursos la manera de evitar estar enfocado en una situación desagradable, esa energía negativa del problema no permite que ésta fluya y que se resuelvan las cosas. Te lo voy a explicar de otra manera: imagínate que un deseo de resolver un problema lo escribes como si fuera un correo electrónico, y estás aferrado en observar el tiempo que tarda en llegar de servidor en servidor hasta su destino. Es una pérdida de tiempo y un gasto de energía inútil. Te invito mejor a que sólo le des send y te olvides del tiempo que tarda en llegar y del tiempo que tardan en leerlo, sólo hay que esperar la respuesta de vuelta. Esta respuesta va a llegar cuando tenga que llegar.
Una gran persona, muy joven y muy viva, me dio esta explicación: “Del tema de la olla, yo pienso que mientras más vemos y esperamos ver las burbujas de la ebullición, nos perdemos de disfrutar una puesta de sol o de ver llover, nos enfrascamos en esperar lo que queremos cuando tal vez no es lo que necesitamos. En lo personal eso de “olla vigilada no hierve” me sirve para dejar fluir el tiempo y el destino y prestar atención a lo que si está en mis manos poder cambiar o ayudar”. BRAVO!!! BRAVISIMO!!!! Qué manera tan maravillosa de explicar la analogía. Ser feliz, fluir, y dejar de estar al pendiente de todo.
“¿Y entonces? Así nomás dejo que las cosas pasen?” “¿Osea como? ¿Me estás diciendo que me valga?” Si y no. Siento que importa más el deseo y la intención que la acción. Y me refiero a una acción de preocupación. PRE-OCUPACIÓN. En la analogía que utilizo de los automóviles, una preocupación es como si tú salieras a tu cochera, prendieras tu carro y así frío, metieras el acelerador a fondo unos segundos y después lo apagas, lo cierras y entras de nuevo a tu casa… y cada vez que te preocupas haces exactamente lo mismo! Mi pregunta es ¿Cómo crees que va a estar el auto cuando tú realmente lo necesites?
Así pasa también cuando las personas buscan estar al pendiente de los demás. Yo le llamo enganche con problemas ajenos. Es el mismo principio. Cuál es la necesidad de estar gastando energía PRE-ocupándonos? Las personas que nos necesita nos pedirán ayuda o consejo, te pido encarecidamente que no te adelantes. A veces sólo las personas desean expresarse, o quejarse, y uno, ahí va de metiche, dando un consejo sin pensarlo, sólo reaccionando. Y aparte somos bien buenos para dar consejos pero que tal para seguirlos???
Lee despacio la siente frase: TU ENERGÍA ES VITAL Y LIMITADA. Bien! De nuevo si me haces favor… Y otra vez. Guárdala en tu cerebro consciente para que puedas accesar a ella cada momento que sientas que “tienes que” ayudar, “tienes que” estar al pendiente, “tienes que” dar un consejo no pedido. Esto, mi querido lector, es el inicio de toda enfermedad…
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EL AUTOR
Guillermo Barquet, es un hombre de semblante, amable. A través de terapias y distintas herramientas ayuda a las personas a encontrar su balance.
