Contratar un wedding planner es la mejor decisión para liberarte del estrés y disfrutar al máximo tu día.
ILUSTRACIÓN ESMIRNA BARRERA
Con información de Martha Stewart Weddings, Brides y The Spruce.
El compromiso es una de las etapas más felices de las parejas; sin embargo, puede convertirse en una pesadilla por el estrés de organizar la ceremonia y la recepción. Esto dependerá de diversas circunstancias, desde su fecha límite, cuánto tiempo dedicarán a esta tarea, qué tan definida es su visión y si tendrán o no ayuda de familiares y amigos.
Por ello, antes de adentrarse por completo en la planeación, deberían discutir si contratar un wedding planner es una opción beneficiosa y viable. Consideren lo siguiente:
1.- Si no tienen una visión clara de su boda, un experto les apoyará para definir los grandes y pequeños aspectos de acuerdo a su presupuesto, desde decoración y salones hasta el menú.
2.- Algunas parejas deciden encargarse de todo porque desean ahorrar dinero, sin darse cuenta de que un profesional podría ayudarles en esta misión. Posee contactos con proveedores, quienes a veces le dan precios especiales y descuentos, y les guiará para no cometer errores costosos.
3.- Buscar, comparar, contratar y coordinar a los proveedores es una ardua tarea. ¿Podrán darle seguimiento a todos? De no ser así, déjenla en manos de un experto, él se asegurará de que cada detalle sea justo como lo soñaron.
4.- Pedir apoyo a familiares y amigos es una buena opción, pero genera tensiones innecesarias. Además, si sus opiniones y las suyas no empatan, pasarán más tiempo discutiendo detalles con ellos.
5.- ¿Lidian bien con el estrés? ¿Serán capaces de agregar esta tarea al resto de sus ocupaciones diarias? Si las respuestas son no, dejen lo más complicado en manos de un wedding planner.
6.- Para disfrutar al máximo su gran día, lo mejor es tener un profesional atento a los detalles, ¡nadie tiene más experiencia en resolver imprevistos!
