Tal vez deberías correr y decirle a tu mejor amiga, los chismes ya no serán un problema.
De acuerdo con un estudio en Psicología que divulgó la Universidad de California en Berkele, el ser una persona chismosa o que nos guste hablar sobre los demás, tiene sus ventajas.
El estudio llevó a cabo un análisis con un grupo de personas que hablaban sobre el mal comportamiento de otros y descubrieron que “el chisme” aumenta los niveles de oxitocina, mejor conocida como la hormona del amor, la generosidad, la confianza, del abrazo y de la calma.
Los investigadores encontraron que esta practica que no es bien vista por la sociedad, puede traer grandes beneficios a la salud.
Esparcir información sobre otros, reduce de manera importante los niveles de cortisol, que esta relacionado al estrés y la frustración.
Entonces determinaron que los chismes podrían ser los responsables de ayudarnos a sentirnos bien y felices, liberar la tensión y encontrar la calma.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que te llamen chismosa será sinónimo de ser una persona feliz y sana.
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