TEMOR AL ÉXITO

Desde niños nos damos cuenta de que quien destaca por su inteligencia, su belleza, su habilidad en algún deporte, es blanco de fuertes críticas.

 

Existen miedos detrás del miedo. Miedos que nos impiden escuchar nuestra propia voz. Hay uno en especial, del cual nunca se habla, y del que todos, en menor o mayor grado, padecemos, me refiero al miedo al éxito.

La mayoría de nosotros ni siquiera somos conscientes de sentir este miedo. Por ello, es común que de manera involuntaria saboteemos las oportunidades de éxito. En ocasiones lo hacemos para no alterar el equilibrio en las relaciones personales o la armonía en el trabajo. Es decir, transitamos por la vida con un pie en el acelerador y otro en el freno.

¿A qué se debe esto? Desde niños nos damos cuenta de que quien destaca por su inteligencia, su belleza, su habilidad en algún deporte, es blanco de fuertes críticas. Muchos niños reciben de sus padres mensajes contradictorios. Por ejemplo, se les premia si destacan por sus buenas calificaciones, por su desempeño en algún deporte o expresión artística y, al mismo tiempo, se les dice que es de mala educación hablar de ello.

En cuanto a la relación de la pareja, tristemente el éxito puede llegar a representar una amenaza que nos hace preguntarnos: “¿Podemos ambos destacar?, ¿Puede triunfar uno y el otro no?”. “Un poco de éxito está bien, pero no demasiado”, se responden algunos. La realidad es que el brillo de uno de los integrantes de la relación puede causar celos, competitividad y luchas de poder.

Asimismo, en el medio laboral suele haber una cultura anti-éxito. Es decir, se estimula pobremente a quien destaca o se crea un ambiente conformista; destacar demasiado puede molestar al jefe o a los compañeros.

¿Cómo saber si tienes miedo al éxito? Aquí te presento la prueba fosi (Fears of Success Indicator), creada por el doctor Robert Holden, para medir si acaso te metes el pie. Califica tus respuestas de la siguiente manera:

4. Siempre

3. Muy a menudo

2. A veces

  1. Nunca

 

  1. Me incomoda la atención que el éxito atrae.
  2. Me preocupa que un éxito mayor atraiga celos o envidia.
  3. Creo que un éxito mayor me hace más vulnerable a la crítica y al ataque.
  4. Creo que cualquier gran éxito requiere necesariamente de sacrificio o pérdida.
  5. Me incomodan las altas expectativas que vienen con el éxito.
  6. No siempre creo merecer todo el éxito que tengo.
  7. Me inquieto cuando todo marcha bien en mi vida.
  8. Creo que todo éxito mayor tiene escondido un costo alto.
  9. No me agrada la persona en la que tendría que convertirme para conseguir un gran éxito.

10.Considero que el éxito puede arruinar a las personas y crea infelicidad.

11.No me gusta la idea del éxito que viene muy rápido o es muy grande.

12.Creo que el éxito te puede llevar al conformismo o a la falta de motivación.

13.Me preocupa que el éxito me deje una sensación de vacío y sin sentido.

14.No me siento lo suficientemente confiado para darme cuenta del éxito que puedo tener.

15.Creo que, al final, el éxito siempre te lleva a la caída.

15 a 24 puntos: indica que tienes muy pocos miedos no resueltos al éxito. Encaras tus miedos o no temes brillar. Y cuando sientes temor, buscas ayuda o inspiración.

25 a 39 puntos: indica un nivel promedio de miedos no resueltos al éxito. Estos miedos pueden hacerte no aprovechar las oportunidades que se te presentan para crecer aún más. Quizá juegas pequeño en tu vida.

40 a 50 puntos: indica un alto nivel de miedos no resueltos al éxito. Estos temores bien pueden conspirar en contra de tus mejores esfuerzos por destacar; y causar luchas o fracasos innecesarios.

51 a 60 puntos: indica un nivel extremo de miedos no resueltos al éxito. Esto es típico en personas que sufren de una independencia disfuncional, es decir, que creen que tienen que “lograr” el éxito por ellos mismos.

Escucha tu voz y pregúntate: ¿tengo miedo al éxito?¿Y por qué lo tengo? Quizá la respuesta sea el inicio de tu liberación y, por supuesto, de tu éxito.

Gabriela Vargas

Empresaria, conferencista a nivel nacional e internacional, primera asesora de imagen de México, comunicadora en prensa escrita, radio y televisión, esposa, madre de tres hijos y abuela de ocho nietos.