MARIANA LEAL: DE DISEÑADORA A GUARDIANA DEL CAÑÓN DE SAN LORENZO

En el corazón del semidesierto coahuilense, el Cañón de San Lorenzo se alza como un pulmón verde vital para Saltillo. Además de ser un paisaje impresionante, este ecosistema aporta el 10 por ciento del agua que abastece a la ciudad y resguarda una valiosa biodiversidad. Sin embargo, también enfrenta amenazas crecientes como la urbanización, los incendios forestales y el cambio climático.

En este contexto, Mariana Leal, directora de Conservación San Lorenzo A.C. y coordinadora de la campaña “Respira San Lorenzo”, se ha convertido en una de las principales defensoras de este patrimonio natural. Desde el activismo ambiental hasta la gestión de campañas de recaudación y prevención, Mariana impulsa una visión de conservación con incidencia directa en la calidad de vida de los saltillenses.

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, a celebrarse cada año el 5 de junio, 360 conversó con ella sobre su trayectoria, los retos actuales, y lo que todos podemos hacer para proteger el Cañón de San Lorenzo.

Mariana, ¿cómo inició tu interés por la conservación ambiental y qué te llevó a dirigir Conservación San Lorenzo A.C.?

Mi papá siempre ha sido un gran admirador de la naturaleza, y gracias a eso, crecí muy apegada al ecoturismo. Pasábamos los fines de semana en la playa, los veranos en parques, montañas o acampando en el rancho. En casa, siempre se nos inculcó el cuidado del medio ambiente y la importancia de mantenernos en contacto con la naturaleza.

Al mirar hacia atrás, me doy cuenta de que esa necesidad de conectar con el entorno natural siempre estuvo ahí. Nunca se fue.

Me parece fascinante cómo la vida te va llevando hacia los lugares donde debes estar, si te permites fluir sin resistencias.

Siempre me he guiado por lo que siento, tanto en lo personal como en lo laboral. Soy licenciada en Diseño de Modas, he trabajado en la industria automotriz, he sido docente y he tenido mis propios negocios. Pero, siendo honesta, este es el trabajo —si es que se le puede llamar así— que más he disfrutado.

Nunca antes había sentido una satisfacción tan profunda como la que siento ahora. Saber que eres parte de algo más grande que tú, que hay muchas personas con la misma motivación, y que puedes ayudar a que más gente se sume... es verdaderamente hermoso.

Llegué a San Lorenzo sin buscarlo, o al menos, no de forma consciente.

Hace dos años y medio comencé a involucrarme con el cañón por casualidad, apoyando en proyectos mientras encontraban a alguien que pudiera asumir la dirección de la asociación. En noviembre del año pasado, el Ing. Alejandro me dio la oportunidad de tomar el puesto y decidí fluir con lo que la vida puso frente a mí.

Tengo un profundo agradecimiento hacia el ingeniero Alejandro Arizpe. Aunque siempre me interesó el contacto con la naturaleza, él me contagió el deseo de ir más allá: actuar en favor de ella.

Escucharlo hablar del cañón, ver cómo se le ilumina el rostro cuando llega al Centro Ambiental a conversar con los guardaparques, es algo que inspira.

Espero llegar a ser como él en un futuro: motivar a otras personas a sumarse a este esfuerzo, tener la determinación de generar un cambio, no por uno mismo, sino por el bien de todos y todas.

¿Qué significa para ti el Cañón de San Lorenzo y por qué es tan importante conservarlo?

Para mí, el Cañón de San Lorenzo es paz y tranquilidad; es pura magia.

Desde que llegas, sientes como si estuvieras en un lugar completamente distinto. Siempre hay algo fascinante que puedes encontrar: víboras de cascabel cruzando el camino, venados caminando por el arroyo, pájaros de todos los colores volando sobre la explanada, árboles de todos los tamaños y flores que pintan el paisaje.

Si te permites realmente conectar con el lugar y desconectarte de la rutina, puedes asombrarte.

El Cañón es un lugar sumamente importante para todas y todos los saltillenses. En él habitan muchas especies de flora y fauna, algunas endémicas y otras en peligro de extinción.

Conservarlo es tarea de todos. Gracias al Cañón tenemos agua, se limpia nuestro aire y se regula la temperatura de la ciudad.

El Cañón aporta el 10 por ciento del agua que consume Saltillo. ¿Qué otros servicios y beneficios ambientales ofrece este ecosistema?

Existen muchos beneficios, no solo ambientales, sino también físicos y emocionales.

Diversos estudios señalan que hoy pasamos más del 80% de nuestro tiempo en espacios interiores —ya sea en casa, en el trabajo, en la escuela o frente a una pantalla—, lo que ha generado una creciente desconexión con el entorno natural.

Esta falta de contacto con la naturaleza ha traído consecuencias negativas para nuestra salud física y mental. Cada vez es más común ver a niños que ya no juegan al aire libre, que pasan más tiempo frente a dispositivos electrónicos que trepando árboles o explorando el mundo que los rodea. Incluso se han observado rasgos relacionados con el espectro autista en infancias pequeñas, asociados a la falta de estímulos naturales y al exceso de pantallas.

El Cañón de San Lorenzo no solo nos brinda agua y aire puro; también ofrece un espacio para reconectar con la naturaleza, explorar, imaginar y redescubrir el asombro.

Si no te es posible visitarlo con frecuencia, te invito a hacer una pequeña pausa en tu día: cuando vayas camino al trabajo, a la escuela o a tus actividades diarias, voltea a ver la sierra que nos rodea. Detente un momento. Respira. Agradece.

Nuestros antepasados sabían lo vital que era este vínculo con la tierra, con los árboles, con el cielo. Le daban a la naturaleza el respeto y el lugar que merece.

Hoy, más que nunca, necesitamos volver a conectar.

El Cañón está ahí, con sus puertas siempre abiertas, esperando recibirnos y recordarnos lo que realmente importa.

¿Qué amenazas enfrenta actualmente el Cañón de San Lorenzo y cómo afectan su capacidad de conservar agua y biodiversidad?

A nivel global, enfrentamos una de las crisis más grandes de nuestro tiempo: el cambio climático. Este fenómeno no solo altera los patrones de lluvia —provocando periodos de sequía más prolongados o lluvias intensas que erosionan el suelo—, también crea condiciones cada vez más difíciles para la flora y fauna del Cañón. Las especies nativas, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción, ven comprometido su hábitat natural, afectando directamente la biodiversidad.

A nivel local, el crecimiento desordenado de la mancha urbana representa una grave amenaza. La expansión de fraccionamientos, desarrollos en zonas cercanas al Cañón y los asentamientos irregulares no solo fragmentan ecosistemas, sino que reduce la capacidad del suelo para infiltrar agua, lo cual impacta directamente los mantos acuíferos que abastecen a Saltillo.

Otro factor importante es la falta de educación y conciencia ambiental. Muchas personas aún no comprenden que las acciones que realizan en su entorno —como tirar basura, encender fogatas aunque no este permitido, o llevar mascotas al área natural— tienen efectos acumulativos que dañan el ecosistema. Aunque parezcan pequeñas, estas acciones debilitan los procesos naturales de regeneración y conservación.

¿En qué consiste la campaña Respira San Lorenzo y cómo puede la gente sumarse a ella?

La campaña Respira es una iniciativa que comenzamos en 2020. Tiene dos grandes propósitos: recaudar fondos y, sobre todo, fortalecer el vínculo con la comunidad saltillense. Esta última es, sin duda, la más importante. Para nosotros, es una oportunidad invaluable de acercar el Cañón de San Lorenzo a más personas, de contar su historia, compartir su belleza y sumar aliados en su conservación. A través de RESPIRA, invitamos a empresas, negocios, escuelas y al público en general a formar parte de este esfuerzo colectivo.

Hay muchas formas de participar: como patrocinadores, adquiriendo los productos y servicios que se ofrecen durante la campaña, o simplemente ayudando a difundir el mensaje.

Este año, RESPIRA se llevará a cabo en octubre, y lo recaudado será destinado al mantenimiento de 400 arbolitos que crecen en nuestro vivero. Cada uno de esos árboles representa esperanza, vida y futuro para nuestro entorno. Los invito a que se sumen. Es una gran oportunidad para involucrar también a los más pequeños de casa y enseñarles, con el ejemplo, el valor de cuidar la naturaleza y apoyar causas que realmente hacen la diferencia.

También formas parte de la campaña #YoPrevengoIncendios. ¿Cuál fue la motivación detrás de esta iniciativa y qué impacto ha tenido? ¿Cómo puede sumarse la gente?

Este año tuve la oportunidad de capacitarme como brigadista con la CONAFOR, y la experiencia me dejó profundamente impactada. El combate de incendios forestales es un trabajo físico y mental muy demandante. Los brigadistas caminan durante horas, cargando mochilas de más de 20 kilos, para llegar a los puntos más complicados del incendio. Es un esfuerzo enorme que muchas veces no se ve.

Después de vivir esa experiencia y sabiendo que seguimos en temporada de sequía, me pregunté qué podíamos hacer desde nuestro lugar para apoyar. Aunque no todos podamos subir a combatir un incendio, sí hay muchas cosas que podemos hacer desde casa.

Junto con el equipo, decidimos lanzar la campaña #YoPrevengoIncendios. Nuestra motivación fue clara: la mejor forma de combatir un incendio es evitar que comience. A través de esta campaña queremos invitar a la gente a sumarse desde lo cotidiano, haciendo conciencia con su familia, amigos y comunidad.

Participar es muy sencillo: basta con tomarse una foto con el cartel de #YoPrevengoIncendios y compartirla en redes sociales con el hashtag.

Puede parecer algo pequeño, pero la suma de muchas pequeñas acciones puede

tener un gran impacto. Y eso es lo que buscamos: que más personas se conviertan en guardianes del entorno, desde donde estén.

¿Cómo es la colaboración con autoridades, empresas o ciudadanos para lograr la conservación efectiva del Cañón?

Llevamos ya siete años trabajando por la conservación del Cañón de San Lorenzo, y puedo decir con total certeza que nada de lo que hemos logrado habría sido posible sin el apoyo de nuestros aliados.

Empresas, instituciones de gobierno, escuelas, universidades y la comunidad en general... ellos son los verdaderos héroes de esta historia. Cada esfuerzo, cada colaboración y cada gesto de apoyo ha sumado a la construcción de este proyecto.

El Cañón de San Lorenzo es un claro ejemplo de que cuando se trabaja en conjunto, se logran grandes cosas. Más allá de ser área natural protegida, se ha convertido en un punto de encuentro, un lugar que une.

Para el Cañón no importa quién eres, en qué crees o de dónde vienes. Para el Cañón, todos somos iguales, y en este proyecto de conservación, todos compartimos el mismo rol: ser sus protectores y guardianes.

¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado en este trabajo y cómo lo superaste?

Como mencioné antes, soy licenciada en Diseño, y cuando acepté este trabajo sabía que tendría que aprender muchas cosas nuevas, temas sobre los que no tenía experiencia previa.

Estoy rodeada de personas expertas, con años dedicados a la conservación del medio ambiente. Al principio fue intimidante pasar de ser una colaboradora externa, que ayudaba esporádicamente, a sentarme en la mesa con ellos para discutir temas que, honestamente, muchas veces no comprendía del todo.

Los primeros meses fueron difíciles. No me sentía con la autoridad ni la preparación suficiente para dar una opinión o expresar un punto de vista. Pero fueron ellos mismos,

los expertos, quienes me animaron y me guiaron: Sergio Marines director de PROFAUNA; la bióloga Eglantina, los consejeros de Conservación San Lorenzo y otros líderes de la sociedad civil y expertos en el medio ambiente.

Gracias a ellos empecé a confiar en mí, a sentir que sí podía aportar, que también desde mis fortalezas podía hacer la diferencia.

Sigo aprendiendo cada día de todos ellos, y siempre estaré profundamente agradecida por su apoyo. Porque no me vieron como alguien que “no sabía nada”, sino como alguien que podía aprender mucho y que tenía algo valioso que ofrecer.

Hoy soy fiel creyente de que ser lo suficientemente humilde para decir “no sé, pero estoy dispuesta a aprender” te puede llevar muy lejos.

¿Qué mensaje te gustaría dar a la ciudadanía de Saltillo en este Día del Medio Ambiente?

Actuemos hoy. Aún estamos a tiempo de hacer un cambio significativo, no solo para nuestro presente, sino sobre todo para el futuro de las próximas generaciones.

Somos nosotros quienes hemos complicado el camino, pero también somos nosotros quienes podemos transformarlo.

Pensemos en cómo queremos ser recordados:

¿como la generación que lo destruyó todo o como la generación que decidió unirse y salvar lo que aún queda?

Cada pequeña acción cuenta, y si trabajamos juntos, podemos marcar la diferencia.

¿Cómo imaginas el futuro del Cañón de San Lorenzo si seguimos cuidándolo?

Esperanzador, si seguimos cuidándolo desde hoy, imagino un futuro en el que el Cañón de San Lorenzo siga siendo ese refugio natural lleno de vida, paz y belleza que tanto nos inspira. Donde las nuevas generaciones puedan seguir explorando, aprendiendo y conectando con la naturaleza como lo hemos hecho nosotros.

Un cañón con arroyos limpios, más árboles, más especies recuperadas, senderos bien cuidados y personas de todas las edades disfrutándolo y valorándolo.

Pero sobre todo, me imagino una comunidad unida alrededor de su protección, entendiendo que el Cañón no solo es un paisaje bonito, sino una fuente de agua, aire limpio y salud para todos.

Si hoy sembramos conciencia y compromiso, el mañana será verde, vivo y esperanzador.

¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones para concientizar sobre la importancia de amar y cuidar al medio ambiente?

Atrévanse a alzar la voz, a sumar y a exigir. Necesitamos jóvenes líderes comprometidos con el medio ambiente, con la voluntad de actuar por su presente y su futuro. Conecten con la naturaleza. No repitan el error que cometimos generaciones anteriores al creer que estamos por encima de ella. No lo estamos. Somos parte de un mismo todo, una simbiosis perfecta que debemos cuidar y respetar. La naturaleza nos necesita tanto como nosotros la necesitamos a ella. Amarla y protegerla no es una opción, es una responsabilidad.

La labor de Mariana Leal y del equipo de Conservación San Lorenzo A.C. es un recordatorio de que proteger la naturaleza es también proteger el futuro de nuestras ciudades. El Cañón de San Lorenzo no solo es un espacio de belleza natural, es una fuente de vida para Saltillo. En este Día del Medio Ambiente, su mensaje resuena con claridad: cuidar nuestros ecosistemas es una responsabilidad compartida. A través de campañas como #YoPrevengoIncendios y Respira San Lorenzo, se construyen puentes entre la ciudadanía, la ciencia y la acción.

Porque respirar aire limpio y beber agua pura no debería ser un lujo, sino un derecho garantizado por comunidades comprometidas.

ZigZag

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Barefoot blue jean night-Jake Owen

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Médico de cuerpos y almas-Taylor Caldwell

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