Caro Villasana y Héctor Cuéllar unieron sus vidas en matrimonio durante una ceremonia religiosa en la iglesia Santa María Reina de los Apóstoles, oficiada por el padre Mario Cruz. La recepción se realizó en un jardín al norte de la ciudad, decorado con rosas blancas y candiles que dieron un aire mágico a la celebración. Los invitados disfrutaron de un cóctel de bienvenida con mixología, jamón serrano, tabla de quesos y la tradicional nieve de guayaba y melón con cobertura de fresa. La entrada de los recién casados, iluminada con bengalas, marcó el inicio de una cena de tres tiempos, seguida de un animado baile.
La historia de Caro y Héctor siempre ha estado enlazada por coincidencias. Cuando se conocieron, tenían 15 años y cursaban la preparatoria. Pero el destino decidió esperar: su amor comenzó a los 31 años. Encuentros en varias ciudades y distintas señales parecían guiarlos a un camino juntos, hasta llegar a un momento inolvidable: su compromiso en Alaska, bajo el cielo helado y la emoción de un paseo en trineo. Ahora, acompañados por sus inseparables compañeros de vida, Conde y Paul, celebran el inicio de una nueva etapa, convencidos de que lo mejor de su historia apenas comienza.
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