VIGGO MORTENSEN EL NORTEAMERICANO QUE SE CONVIRTIÓ EN ITALIANO

VIGGO MORTENSEN EL NORTEAMERICANO QUE SE CONVIRTIÓ EN ITALIANO

Viggo Mortensen estelariza la Película ganadora del festival Internacional de toronto, “green book”

POR FABIÁN WAINTAL

Así como la nueva película ‘Green Book’ lo muestra a Viggo Mortensen recorriendo el sur de Estados Unidos en una divertida aventura, en la realidad pudimos seguirlo muy de cerca con otra mejor aventura. Primero viajamos hasta Canadá, para verlo desfilar por la alfombra roja del Festival Internacional de Toronto, donde pudimos ver (con él) el gran estreno mundial que terminó ganando el premio más prestigioso, votado por el público como Mejor Película. Y apenas dos semanas después, volvimos a viajar a Europa, para encontrarlo especialmente en el Festival Internacional de Cine de Zurich. Y así como en el cine, él lleva de viaje a Mahershala Ali en ‘Green Book’, gracias al cine, Viggo Mortensen nos llevó de viaje, también a nosotros, de verdad.

– ¿Qué tan importante son los festivales de cine hoy, después del estreno mundial en el Festival de Toronto para inaugurar otro festival de cine en Zurich?

– El director de ‘Green Book’, Peter Farrelly me contó que en Toronto era la primera vez que él pasaba por un festival de cine. Y ya no pudimos parar (risas). Yo no lo podía creer. Creo que yo estuve ocho o siete veces en Toronto con muy buenas producciones y abrir un festival como Zurich fue espectacular. Te juro que nunca antes yo había visto en una sala de cine las caras de la gente como yo ví con esta película. Y pudiste sentir lo que nosotros sentimos, mirando la película con nosotros, con el público. Nadie se movía, como si no quisieran irse del cine. Nunca antes me pasó. Nunca.

– Entre tantos viajes, sabemos que en tu caso viviste muchos años afuera y me imagino que debes haber escrito muchas cartas en tu vida, como pasa en la película, aunque hoy con el email no lo hagamos tan seguido…

Viggo Mortensen estelariza la Película ganadora del festival Internacional de toronto, “green book”

– (Interrumpe) Pero yo sí. Yo mando postales casi todos los días. Quiero mantener vivo el sistema de correos. Y también mandé postales desde el festival. Me gusta escribir. Es maravilloso. Y es genial recibir algo escrito a mano por alguien. Tiene algo personal, como si la persona estuviera viva… porque nadie sabe con un email, lo pudo haber enviado otra persona.

– Perfecto. Mejora todavía para mi pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que escribiste una carta de amor, como en el cine… y qué tan bueno te consideras en ese tema?

– No sé si soy bueno en el tema, pero soy muy cabeza dura y sigo escribiendo cartas de amor. Por suerte tengo alguien a quien mandárselas y soy feliz de hacerlo. También le mando cartas de amor a mí hijo. Él recibe muchas postales. No sé lo que hace con todas ellas, porque son demasiadas. Pero sí, a veces son estupideces, como una simple frase.

– ¿Qué tan románticas son las verdaderas cartas de amor que escribes?

– Y… definamos lo que es una carta de amor. Una carta de amor es lo que sea que yo quiera que sea, lo que sea que quieras mostrar con tus sentimientos.

VIGGO MORTENSEN EL NORTEAMERICANO QUE SE CONVIRTIÓ EN ITALIANO

Aunque se crió en Dinamarca y Argentina, Viggo Peter Mortensen nació en plena isla de Manhattan, en Nueva York. Los padres, se habían conocido en Noruega y habían llegado a Nueva York para casarse, antes de mudarse a Sudamérica, donde Viggo disfrutó su infancia entre gallinas y el fútbol de su apasionado club de San Lorenzo (igual que el Papa Francisco). Y cuando los padres se separaron, él se mudó con la madre y sus hermanos, de nuevo a Nueva York. Buscando un propósito en la vida, después de terminar la universidad, se mudó a Dinamarca y empezó a escribir poesías. Enamorado de una novia en aquella época, la siguió de nuevo hasta Nueva York y aunque no logró conquistarla, al menos conquistó el mundo de la actuación cuando finalmente se mudó a Hollywood. Su impecable transformación en el cine, hace difícil encontrarlo entre los perdidos roles de ‘The Purple Rose of Cairo’ (en este caso porque sus escenas fueron cortadas en la edición); ‘Witness’ con Harrison Ford (Viggo era uno de los tantos Amish en la película), ‘Carlitos Way’ con Al Pacino (es el que Al Pacino descubre que tiene un micrófono guardado) o ‘Crimson Tide’ con Denzel Washington y Gene Hackman (esta vez, en vez de un micrófono le tocó guardar la importante llave del arma nuclear) y ‘A Perfect Murder’ con Gwyneth Paltrow y Michael Douglas (sí, él era el perfecto asesino). Pero el verdadero reconocimiento, llegó con la superproducción de un libro que él ni siquiera conocía y aceptó solo porque su hijo Henry insistió que no podía rechazarlo. Era el personaje de Aragorn en ‘El Señor de los Anillos’ que terminó superando los 3.000 millones de dólares en recaudaciones, con tres versiones diferentes (sin incluir The Hobbit). Con otra excelente transformación del ruso mafioso de ‘Eastern Promises’ fue nominado al Oscar, casi diez años antes de una segunda nominación como el padre hippie de ‘Captain Fantastic’. Y después de haber ganado en el Festival de Toronto, para desfi lar por la alfombra verde del Festival de Zurich, seguramente volveremos a encontrarlo en la próxima alfombra roja del Oscar.

– Más allá del premio que se llevó la película en Toronto, ya se habla del Oscar por tu transformación ¿Cómo lograste convertirte en un típico italiano de los años 60?

– Para empezar es bastante raro en Hollywood disfrutar un rodaje tan divertido como el que tuvimos, así como es muy raro conseguir una película tan buena como esta. Y Lo divertido para mí siempre es el primer paso que yo llamo ‘recaudar información’. Es algo que me divierte, no importa la película que sea. Me gusta recorrer todas las direcciones. Hasta que empiezo un rodaje, apuesto a todo. Y puedo hacer lo que quiera. Puedo llegar a leer algo que me de una idea distinta, en las noticias o incluso encontrándome alguien por la calle. Me la paso escribiendo borradores y lleno cajas y cajas de basura. No todo es basura. Pero son cosas que llenan mi mente. Son como balas que después dejo a un costado.

– ¿Te imaginaste tal cual como apareciste en el cine, al momento de leer el guion?

– Tengo que ser honesto. Cuando leí el guión me puso nervioso aparecer como italiano. Quiero decir que yo nací en Nueva York y nunca antes había interpretado alguien que había nacido ahí, eso me había tentado, pero me preocupaba actuar como un italoamericano. Yo no soy italoamericano. Y sé muy bien que hay actores italoamericanos muy buenos, con actuaciones de cine legendarias. No sabía si podía llegar a ese nivel. Pero el director me tuvo fe. Y todos teníamos que hacer estas caracterizaciones. Ninguno de nosotros es como se ve en el cine ahora.

– ¿Qué tan diferente es imaginar una película al leer un guion y ver la versión terminada, con público, en una sala de cine?

– Leer el guion fue un placer tan grande como ver la película terminada. Ya la ví varias veces. El festival de Toronto fue la primera vez que la ví con público, toda terminada y perfecta. Y el guion lo leí varias veces, porque me encantó. Me hizo reir, me emocionó.

Inspirada en una verdadera historia, una verdadera amistad de los años 60, Viggo Mortensen interpreta al típico italiano de Nueva York en la época en que la mafia todavía se imponía como forma de vida, aunque él se mantiene alejado del crimen siendo guardia de uno de los más famosos night clubs del lugar. Pero la película empieza realmente cuando ese mismo night club es clausurado (por su culpa) y se embarca en la aventura como chofer y guardia personal de un pianista que va de gira por el sur más conservador y racista de Estados Unidos, con un gran detalle… El músico es afroamericano y más allá de ayudarlo a escribir las mejores cartas de amor a Viggo, su rol es llevarlo por una ruta particular donde solo están permitidas las personas de ‘color’ detalladas en una guía todavía más colorida como un Libro Verde que le da el título a la película ‘Green Book’.

Frai Gomez

Fotógrafo de eventos sociales para Saltillo360 y Vanguardia MX.