¿Tiendes a personalizar las cosas?

¿Tiendes a personalizar las cosas?

“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.” Jorge Bucay

A lo largo de nuestra vida, en ocasiones nos sentimos afectados por situaciones externas a nosotros. En la mayoría de los casos no es algo que nos hayan “hecho” pero si algo que nos lo hicimos personal.

John Maxwell decía que el mejor día de tu vida y del mío, es cuando asumimos la responsabilidad total de nuestras actitudes. Ese es el día en que realmente crecemos. Y es que, en cierta manera, el personalizar lo que sucede a mi alrededor, suele llevarme a un viaje cargado de victimez que sólo me aleja de mi responsabilidad propia, y por consecuente de mi propia felicidad.

Cada situación, experiencia o persona que pasa por nuestra vida llega a ser una lección, ya sea positiva o negativa. Todo nos trae aprendizaje, si deseamos aprender. Si no deseamos aprender y nos acomodamos en la cómoda creencia de que “si no lo hablo, si no lo miro, si no lo reconozco, no existe” de manera inconsciente lo generamos de nuevo. Todo existe, sólo basta mirarlo desde otra perspectiva.

¿Cuántas veces has sentido que esa persona hizo algo para ofenderte? ¿Qué tal que esa persona ni siquiera lo hizo con ese afán? Y si si… ¿Qué tal que esa persona es lo único que tiene para darte? El 80% de las cosas que personalizamos nos hacen sentir emociones dañinas, negativas, que nos corroen el ánimo y el corazón. Nos hacen recrear historias mentales inexistentes que sólo nos generan más de lo mismo. Y lo peor es, que muchas de estas historias, no existen.

Ya sea porque hayan querido dañarte a propósito o si fue algo que simplemente sucedió, está en ti personalizarlo y darle fuerza permitiendo que esto te afecte. De ti depende la manera de ver las cosas, y darle el poder a alguien de hacerte sentir menos valioso.

Deja de tomarte las cosas personal y de pensar que “esa pedrada o ese comentario” era para ti.

Deja de pensar que ese ser querido te quiso dañar a propósito, muy probablemente no tiene más recursos para dar.

Deja de pensar que tu pareja te da muy poco sólo a ti, y reflexiona la historia personal que lo ha compuesto hasta hoy.

Deja de pensar que esa amiga no te tomó en cuenta o no te contestó, muy probablemente estaba pasando por algo que la tenía distraída o está viviendo una lucha interna.

Y si las cosas hubieran sido con una intención negativa, elige cómo tomar las cosas y de qué manera poner límites, pero recuerda que tú eliges qué fuerza darle a tu vida.

Es ley de vida que sucedan cosas negativas o positivas, pero deja de tomarte todo personal. Deja de ponerte cómo víctima porque esta se vuelve una adicción.

Hagamos cómo le hacía Buda cuando insultaban a sus alumnos… El insulto sale de ellos pero nunca llega a mi.” Recuerda que por mucho que a veces nos cueste aceptarlo, tenemos la decisión de elegir cómo nos relacionamos con aquello que sucede en nuestro entorno. ¿Nos insultarán? Sí, pero tu eliges no tomarlo como algo personal y no quedarte con el insulto.

Lama Rinchen Gyaltsen, decía a sus alumnos “Nadie quiere hacerte daño, esa persona tuvo un mal día y tu estuviste en su camino, pero podría haber sido cualquier otra persona.” Lo importante que hay que aprender es que en ocasiones somos el receptáculo de la ira de los demás por alguna situación personal vivida o por lo que han recibido en general.

Cambiar el punto de vista de las cosas, te liberará.

LA AUTORA

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.

Marijose César

Mamá, esposa, terapeuta y coach Internacional por la Escuela Internacional de Coaching en España y en New York University, Certificada en Superar pérdidas emocionales por The Grief Recovery Institute. Experta en Comunicación asertiva.