FOTOS CORTESÍA
Debido a la cuarentena y el estrés de estar encerrada, Luisa Fernanda Guerra Castilla comenzó a practicar hiking junto a su novio y sus amigas. Le gustan las vistas, la convivencia y el reto físico que representa esta actividad.
La pandemia le hizo darse cuenta de que no le gusta estar en casa: “me siento improductiva cuando no salgo. También me forzó a escaparme a la montaña cuando no había otras opciones. Ahora es de mis escapes favoritos”, explicó.
El Pico de Orizaba ha sido su reto más reciente y una de las mejores experiencias de su vida, pues aprendió muchísimo de su mente y su cuerpo. Además, fue de los más difíciles, “porque me dio el famoso ‘mal de montaña’ a los 5,200 mts.”, señaló.
Menciona que el hiking es una gran opción para desconectarse de la vida diaria, una terapia, te invita a conocer lugares y a retar tu cuerpo de forma diferente, a comparación de los deportes a nivel del mar o debajo de los 2,000 metros. “Te crea un respeto enorme por la naturaleza y entiendes que si tú cuidas de ella, ella te va a cuidar a ti”.
Invita a las personas a animarse a practicarlo, pero siempre con mucho respeto, cuidado y bien informados de qué necesitan para esta actividad.
Luisa Fernanda Guerra Castilla
Años haciendo hiking: un año.
Marcas favoritas: Patagonia, The North Face, Salomon, We are Fikah (local), Mountain Hardwear, Spyder, entre otras.
Próxima meta: Pico de Orizaba en mayo y volcán Iztaccíhuatl.
Anécdota más especial: tengo muchas, pero un día me perdí en la montaña, iba confiada. Nunca me había sentido tan vulnerable en mi vida. Somos chiquititos y la montaña me ayuda a ver la vida con más humildad y a preocuparme menos por tonteras.
