El crudiveganismo es una de las opciones de alimentación que se llevan abriendo paso en los últimos años, gracias en parte al gran crecimiento del vegetarianismo y veganismo en nuestra sociedad
Ser crudivegano implica el consumo de alimentos orgánicos e integrales, no procesados, no pasteurizados ni homogeneizados y que no hayan producidos con pesticidas sintéticos ni fertilizantes químicos. Por otra parte, los alimentos se preparan sin fuego ni cocción; además de no poder someterlos a temperaturas superiores a 38-42°. Con esto, se logra conservar los macronutrientes, micronutrientes y la estructura molecular de los alimentos.
Las claves a tener en cuenta, serían los siguientes:
Estar atentos para cubrir las necesidades energéticas de nuestro organismo:
El crudiveganismo es un tipo de alimentación muy saciante, al contener mucha agua y fibra, y es fácil que nos quedemos cortos de calorías a lo largo del día. Los frutos secos son una buena opción para sumar calorías y nutrientes a nuestra dieta.
Suplementarnos con B12:
Al igual que ocurre en la dieta vegetariana y vegana, es imprescindible suplementarnos con vitamina B12 si optamos por no consumir alimentos de origen animal.
Cubrir necesidades de las proteínas:
Básicamente a través del consumo de legumbres que, como hemos dicho en anteriores ocasiones, deben ser la base del aporte proteico en las dietas basadas en vegetales.