Es importante conservarse hidratado cuando las temperaturas son muy altas. Las mujeres deben tomar 2.7 litros de agua al día y los hombres ingieran 3.7 litros.
Hidratarse correctamente, sobre todo en verano, cuando las temperaturas son mucho más altas, es fundamental para mantener tu salud.
El agua es el componente mayoritario del cuerpo (hasta el 60%) y, por tanto, necesitas mantener una ingesta adecuada para que los sistemas funcionen correctamente.
La deshidratación puede manifestarse en forma de pequeños mareos, náuseas o taquicardia, pero sus consecuencias pueden llegar a ser más graves: calambres, convulsiones, pérdida de conocimiento y, en casos extremos, podrían llegar a producir la muerte.
¿Cuál es la cantidad adecuada para mantenerse bien hidratado?
Pues depende un poco de las personas, de su actividad física o de su estado. Los bebés lactantes, los niños pequeños, los ancianos, las mujeres embarazadas y los deportistas tienen unas necesidades mayores de hidratación, ya que pierden más líquidos que el resto de la población. El balance total de la ingesta de líquidos debe ser el equivalente a 10 vasos, lo que se traduce en unos 2 litros diarios, fundamentalmente agua natural o mineral, bebidas refrescantes sin azúcar, té o café e infusiones, juegos de frutas naturales, etc.
Si te resulta complicado mantener estos niveles de hidratación porque no te gusta beber agua checa estas alternativas saludables y muy apetecibles que te pueden ayudar:
Limonada casera
Exprime 4 o 5 limones y 2 limas. Añade 3/4 de litro de agua. unas cascaritas de los cítricos, 1 cucharada de azúcar y hielo.
Para evitar que el azúcar se quede en el fondo, elabora un jarabe con un poco de agua, azúcar y ralladura de limón.
Decora con hojitas de menta.
Agua saborizada con frutas y/o vegetales
Mezcla 3/4 de litro de agua con diferentes frutas o vegetales. Cítricos (naranja y limón), frutos rojos (fresas, cerezas, arándanos), uvas, ciruelas, kiwis, duraznos y otras frutas son ideales para dar un toque especial al agua, pero también vegetales, como el pepino, la zanahoria o el apio. Además, puedes añadir hierbas aromáticas como hierbabuena, albahaca, cilantro o salvia, por ejemplo. Y, si te atreves a dar un toque original, opta por añadir alguna especia, como canela, cardamomo, jengibre o granos de pimienta.
Bebidas a base de té frío
Hoy en día el mercado te ofrece multitud de variedades de té que puedes preparar, dejar enfriar, añadir hielo y disfrutar como bebida refrescante en cualquier momento del día. Una vez frío, añade unas rodajas de limón, de naranja o alguna hierba aromática para complementar.
Café frappé
Las bebidas a base de café también son una buena opción para hidratarte. La puedes preparar a base de café instantáneo o de cafetera. Mete a una coctelera y añade agua fría y hielo picado, agita bien, y tendrás una bebida muy refrescante para tomar a media mañana o después de comer.
Smoothies con frutas de verano
Utiliza frutas de verano, como la sandía o el melón y tendrás una bebida hidratante y refrescante, además de muy saludable. Unos trozos de fruta, que esté bien fría, agua (o un lácteo), un poco de hielo, la licuadora ¡y disfruta de tu smoothie de verano! Si, además, añades unas gotas de aceite de oliva virgen extra, el resultado será aún mejor.
