Calma tu mente y descubre la felicidad con la práctica de meditación.
A medida que reconocemos nuestras circunstancias de insatisfacción, experimentamos la necesidad de un cambio positivo en nuestras vidas. La búsqueda de la felicidad es lo primero que viene a nuestra mente. Sin embargo, cometemos el error de buscar en el exterior lo que se encuentra en nuestro interior. La meditación nos puede ayudar a descubrir nuestra naturaleza innata, la felicidad.
El propósito de la meditación es el desarrollo de la conciencia plena, reconocer nuestra alegría interior y nutrir ese reconocimiento. La meta es calmar nuestra mente. A veces nos encerramos tanto en nuestros pensamientos y emociones, que nos olvidamos de vivir en el presente. Si descubrimos cómo calmar las fluctuaciones de la mente, podremos lograr una paz interior duradera. «Si realmente quieres descubrir un sentimiento duradero de paz y satisfacción, tienes que aprender a reposar la mente
Practicar la meditación todos los días es poderoso y transformador para aprender a vivir de forma gozosa.” -Mingyur Rinpoche
El mundo de hoy nos lleva a momentos de estrés y ansiedad, requiere de práctica en conciencia plena para que las situaciones difíciles no nos afecten. Sólo basta con empezar a meditar por unos minutos todos los días para que observemos un cambio positivo en nuestra mente. Recuerda, las circunstancias no nos definen, liberate y experimenta esa alegría que llevas dentro. Meditar es bueno para ti. La meditación nos enseña nuestro verdadero yo.
Un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison muestra que la práctica de Vipassana, una de las técnicas de meditación más antiguas de la India que se enfoca en “ver las cosas tal como son”, reduce la densidad en áreas del cerebro que han sido afectadas por el estrés y la ansiedad. Otras investigaciones afirman que la meditación consciente es eficaz para tratar la ansiedad, en un grado similar a la terapia con fármacos antidepresivos.
Todas las técnicas de meditación comparten la misma idea, reducir el caos mental a través del awareness o conciencia plena. Existen tres factores integrales en la meditación budista: moralidad, concentración y sabiduría. Puntos que deben desarrollarse juntos ya que se complementan uno al otro. No esperes a ser completamente moral para iniciarte en la práctica de meditación. Si se cultiva la compasión con sabiduría en cada situación, evitarás esa confusión o caos que nos lleva a perturbar la mente.
Se recomienda meditar por veinte minutos diarios. Puedes comenzar poco a poco, primero 5 luego 10, 15 hasta lograr los 20 minutos. Si te resulta difícil completar los veinte minutos, puedes dividirlo en dos sesiones de diez minutos durante el día.
La meditación es algo que se tiene que experimentar para entenderse. Es lo que es. Busca un lugar cómodo donde puedas sentarte por mucho tiempo y sin moverte. Enfócate en tu respiración, dedica tu práctica a cultivar la compasión en ti misma para después hacerlo con los demás. No hay meditación buena, ni meditación mala. Si se tienen pensamientos o emociones durante la práctica, acéptalos y déjalos ir, práctica el “let go”.
El interés por deshacerse de los apegos y cultivar la compasión es parte de explorar la mente para descubrir la felicidad en nosotros mismos. El darse cuenta es vivir en conciencia. La práctica de meditación nos brinda una tranquilidad y quietud, que incrementa nuestras emociones positivas, te mantiene enfocada, mejora la memoria y la atención, desarrolla la inteligencia emocional y la empatía, disminuye la depresión y también reduce la presión sanguínea.
Seguramente te habrás preguntado por qué las personas que meditan son muy felices, creo que ahora ya sabes la respuesta. Medita y descubre tu paz interior.d.getElementsByTagName(‘head’)[0].appendChild(s);